La marcha ha tenido lugar dos días después de que comience el juicio a "los ocho sindicalistas de Airbus", que se juegan ocho años y tres meses de cárcel cada uno, 66 en total, acusados de tres delitos ─coacciones, atentados a la autoridad y lesiones─ supuestamente cometidos durante la huelga general de septiembre de 2010.
Tenemos que formar un gobierno de progreso que asuma que los trabajadores son el orgullo de nuestra patria. No se puede hacer gobierno con aquellos que desprecian a los sindicalistas", subrayó el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
"¡No somos ocho, somos miles!", ha sido uno de los lemas coreados durante la marcha, en la que también se ha llamado la atención sobre los más de 300 trabajadores encausados en todo el país por incidentes ocurridos en el desarrollo de diferentes huelgas y para los que se pide la amnistía.
La manifestación, convocada por todos los movimientos sindicales de Madrid, ha recorrido el centro de la capital para acabar en la Puerta del Sol, donde la exdiputada Cristina Almeida ha leído un comunicado en el que ha exigido la derogación del artículo 315.3 del Código Penal español, que castiga a quienes coaccionen a otras personas para iniciar o continuar una huelga.
A la manifestación se han sumado los líderes sindicales de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) —Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente—, responsables de la Confederación General del Trabajo (CGT) y de otros movimientos sindicales madrileños, además de representantes de partidos políticos como la coalición Izquierda Unida (IU).
Toxo ha señalado que el juicio contra "los ocho de Airbus" supondrá un "antes y un después" en la lucha contra las libertades.
Uno de esos ocho encausados, José Alcázar, presente en la cabeza de la manifestación, ha dicho a Efe confiar en que la Fiscalía modifique el viernes la acusación y que finalmente haya una sentencia absolutoria.
En este sentido, Rodolfo Malo, otro de los ocho, ha comentado que espera que "realmente se haga justicia y aflore la verdad", después de las "muchas mentiras" vertidas sobre la actuación de estos sindicalistas en la huelga general de septiembre de 2010.
También ha pedido el fin de la denominada "Ley Mordaza" y la reversión de las reformas laborales de 2010 y 2012.
El juicio de los conocidos como “los ocho de Airbus” ha puesto de acuerdo a tres de los partidos que actualmente negocian un posible Gobierno distinto al del Partido Popular (PP). Podemos, con su secretario general, Pablo Iglesias, a la cabeza; el Partido Socialista Español (PSOE), con Mariluz Rodríguez; e IU, con una delegación encabezada por el coordinador federal, Cayo Lara, quienes acompañaron hace dos días a los acusados hasta los juzgados, donde el líder de la formación morada declaró: "Tenemos que formar un gobierno de progreso que asuma que los trabajadores son el orgullo de nuestra patria. No se puede hacer gobierno con aquellos que desprecian a los sindicalistas".
Se trata de la petición de prisión más elevada de las 300 causas abiertas a sindicalistas por participar en los piquetes de las diferentes huelgas, generales y sectoriales, desde la de 2010, y las dos grandes centrales sindicales están echando el resto para visibilizar lo que consideran una "persecución" del Gobierno a través de la Fiscalía para amedrentar y atemorizar a los trabajadores, para conseguir desmovilizarlos.
La Ley de Seguridad Ciudadana, también conocida como “Ley Mordaza”, fue aprobada en marzo del año pasado por el Congreso, únicamente con los votos del PP, y no solo generó muchas críticas, sino que provocó una ola de manifestaciones en distintas ciudades españolas.
