Magalí Vidal, una joven trans de 25 años, se preparaba el fin de semana pasado para disfrutar de una noche de boliche en Mar del Plata, pero se encontró con una situación desagradable: los patovicas le impidieron el ingreso en Bookan y en Sobremonte.
La primera discriminación que sufrió la joven fue el viernes pasado en Bookan, bar ubicado en San Martín al 3500. Vidal junto a su amiga querían aprovechar que en el lugar había una promoción damas gratis hasta las 2 de la mañana. El patovica de la entrada le dijo que tenía que pagar la entrada “como los hombres”.
Según detalló el portal de noticias 0223, la joven le mostró su DNI y le explicó los alcances de la ley de Identidad de Género, lo cual fue en vano pues el patovica le aseguró que no la dejaba entrar si antes no abonaba el ticket.
El segundo episodio desafortunado y discriminatorio, se produjo 24 horas después, en Sobremonte, el boliche ubicado sobre avenida Constitución. En este local bailable también le dijeron que debía pagar entrada. Vidal decidió abonarla pero cuando estaba por ingresar, el encargado de la seguridad le aclaró que de todas formas no la iba a dejar pasar.
Agustina Ponce, referente de la Asociación Mundo Igualitario (AMI), le dijo al portal de noticias 0223: “Le devolvieron el dinero y le dijeron que no podía pasar aunque pagara. Era la primera vez que iba a Sobremonte”.
Luego de ser víctima de discriminación, Vidal realizó una presentación ante el Inadi y otra en la Dirección de Derechos Humanos de la municipalidad marplatense. En referencia a esto, Ponce agregó: “Magalí es integrante de AMI, conoce sus derechos y sabe defenderlos, pero sabemos que hay muchos otros casos que no salen a la luz por desconocimiento o, incluso, por vergüenza”, advirtió Ponce.
