“Kim Yo-Jong, alta dirigente del partido único, formará parte de la delegación de alto nivel que debe llegar a Corea del Sur el viernes encabezada por el jefe de Estado honorífico de Corea del Norte”, ha confirmado hoy miércoles el Ministerio de Unificación surcoreano.
La hermana del líder norcoreano, que es vicedirectora del Departamento de Propaganda y Agitación del Partido de los Trabajadores de Corea, permanecerá en el territorio del país vecino hasta el día 11. Su asistencia se ha interpretado como una señal más de la voluntad de Pyongyang de normalizar las relaciones intercoreanas.
Curiosamente, tanto la política norcoreana como el presidente del Comité de Planificación Deportiva, Choe Hwi, que participará también en la ceremonia, están sometidos a sanciones impuestas por la Administración de EE.UU. al Gobierno de su país.
Mientras tanto, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha acusado hoy a las autoridades norcoreanas de aprovechar los juegos para encubrir sus actividades “desestabilizadoras” y ha prometido nuevas sanciones a Corea del Norte.
Kim Yo-Jong, alta dirigente del partido único, formará parte de la delegación de alto nivel que debe llegar a Corea del Sur el viernes encabezada por el jefe de Estado honorífico de Corea del Norte”, ha confirmado el Ministerio de Unificación surcoreano.
“Será la ronda de sanciones económicas más duras y agresivas jamás impuesta a Corea del Norte. Seguiremos aislando a Corea del Norte hasta que abandone su programa nuclear y de misiles balísticos de una vez por todas”, ha recalcado Pence tras reunirse con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en territorio nipón.
Los norcoreanos han enviado una delegación de más de 550 personas al vecino sureño y tienen programado un desfile junto con los surcoreanos bajo una misma bandera. En algunos deportes los atletas competirán como un único equipo. El papa Francisco ha aplaudido hoy la iniciativa y ha expresado el apoyo del Vaticano al restablecimiento de la paz entre las dos Coreas.
Pyongyang ha pedido en reiteradas ocasiones a Seúl que ponga fin a sus acciones militares conjuntas con Washington si “realmente busca la paz” con sus “hermanos” norcoreanos y ha advertido de que “no se quedará de brazos cruzados” ante dichas maniobras.
Sin embargo, EE.UU., en medio de los diálogos de paz que están llevando a cabo los dos vecinos, agrava la situación al buscar realizar ejercicios a gran escala con Corea del Sur y reforzar las restricciones a Pyongyang.
