El Ministerio Público confirmó ayer la apertura de una investigación penal al congresista Kenji, a sus colegas Bienvenido Ramírez y Guillermo Bocángel, y al exministro de la Producción, Bruno Giuffra, por posible cohecho.
Los cuatro y otros personajes aparecieron la semana pasada en un video presentado por Fuerza Popular (FP), partido de Keiko,en el que ofrecen prebendas a Mamani de que no vote por destituir a Kuczynski por indicios de corrupción, imágenes que causaron idignación general y determinaron el cese del gobernante.
Kenji respondió denunciando una emboscada y una edición maliciosa de los videos, de la que acusó a Keiko, en cuyo partido al parecer nada se hace sin que ello lo disponga o permita, y el martes último visitó al fiscal de la Nación, Pablo Sánchez.
Según trascendidos, el menor de los Fujimori expresó a Sánchez su disposición a declarar en los casos que sea requerido, para que se sepa 'quienes son los verdaderos corruptos' y ofreció probar sus dichos con documentos, videos, fotos u otras evidencias.
Coincidentemente, el fiscal Pérez citó a Kenji a declarar el 6 de abril en el caso de presunto lavado de activos en el que es investigada Keiko, por aportes electorales de oscuro origen para su campaña de 2011.
Al respecto, la empresa brasileña Odebrecht afirmó que aportó a esa campaña fujimorista un millón 200 mil dólares, lo que niega Keiko y que el fiscal busca verificar con denuedo, esperando las evidencias que ofreción el exrepresentante de la compañía en Perú, Jorge Barata. La guerra entre los hermanos ha sido comparada por medios de prensa y analistas con una pelea entre mafiosos que comparten la misma ética y métodos, desde el decenio de gobierno del padre de Keiko y Kenji.
Sobre el anunció de Kenji de declarar respecto a su hermana, el historiador y analista Nelson Manrique seáñó que 'en el código mafioso la amenaza de hablar es habitualmente un instrumento de chantaje: Si tú me desaforas (expulsas) del parlamento, yo te mando a la cárcel', lo que lleva implícito una posible negociación.
La triste conclusión de Manrique es que su país 'sigue siendo rehén del enfrentamiento entre dos bandas delincuenciales'.
Para el exprocurador Anticorrupión Antonio Maldonado, Kenji puede estar en condiciones de complicar seriamente a su hermana, pues debe tener información privilegiada inclusive sobre el exsecretario general y financista de FP, investigado por lavado de activos y sospechoso bajo la lupa de la policía antidrogas.
La legisladora de izquierda desestimó los análisis que sostienen que la operación de los videos fue una contundente de Keiko y FP sobre la escisión que encabeza Keni, y señaló que ese caso y el conflicto entre los germanos es un golpe para ambos porque muestra la verdadera naturaleza del fujimorismo.
'Sigue teniendo muchos problemas serios de autoritarismo, avasallamiento de las instituciones, corrupción y manejos oscuros bajo la mesa y compra de voluntades y conciencias', sentenció.
Según Glave, el fujimorismo está en descomposición y lo sucedido muestra ante la ciudadanía que esa tendencia, 'sigue siendo lo msmo', anotó.
El psiquiatra y destacado intelectual democrático Max Hernández, preguntado sobre el carácter de guerra de mafias del enfrentamiento entre los hermanos, recordó que 'los mafiosos tienen códigos y saben respetar sus límites', algo que no parece regir en el conflicto entre los Fujimori, según Manrique.
