Hay enormes zonas de la región del Amazonas que siguen todavía inexploradas por los arqueólogos, en particular las áreas alejadas de los principales cauces fluviales. Ahora, unos arqueólogos han encontrado evidencias de que existieron cientos de poblados en la selva lejos de dichos cauces fluviales principales, que en dichos poblados vivían diferentes comunidades que hablaban varios lenguajes, y que esas comunidades ejercieron una influencia significativa sobre el entorno existente a su alrededor.
El descubrimiento llena un gran espacio que estaba vacío en la historia de la región amazónica. Y desmiente la creencia de que tales porciones de selva no estuvieron al margen de la agricultura y otras actividades humanas.
El equipo de Jonas Gregorio de Souza, del departamento de arqueología de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, encontró restos de poblados fortificados y de zanjas excavadas por el ser humano, caracterizadas por tener extrañas formas cuadradas, circulares o hexagonales.
Los expertos no saben aún el objetivo de estas zanjas, dado que algunas no muestran señal alguna de haber sido ocupadas. Es posible que fueran usadas como parte de rituales ceremoniales.
Los arqueólogos descubrieron estas ruinas en el actual estado brasileño del Mato Grosso. Analizando los restos de cerámica y otros materiales desenterrados, hallaron que una extensión de 1.800 km de lado a lado en el sector sur de la Amazonia estuvo ocupada de manera continua desde 1250 a 1500, aproximadamente, por personas que vivían en los citados poblados fortificados.
Los expertos estiman que existían entre 1.000 y 1.500 poblados cerrados, y que dos tercios de estos lugares están pendientes aún de ser encontrados. Se estima también que la población conjunta de estos asentamientos pudo llegar hasta el millón de personas.
