El ex presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha (foto), conocido como el principal impulsor del impeachment contra Dilma Rousseff, fue condenado a 24 años y 10 años de prisión por desviaciones e irregularidades en la Caja Económica Federal, en el marco de la Operación Sépsis.
Cunha ya había sido condenado a catorce años por corrupción y se suma a Serra, ministro de Temer, que fue condenado en las últimas horas.
A diferencia de lo ocurrido con Lula Da Silva, preso por un delirio místico, la derecha tiene a sus políticos multimillonarios tras las rejas por groseros actos de corrupción.
La decisión contra Cuhna fue tomada por el juez federal Vallisney de Souza Oliveira al considerar que el ex diputado incurrió en los delitos de corrupción, lavado de dinero y violación de secreto funcional.
El ex parlamentario, se encuentra preso en Curitiba, al ser condenado a una pena de más de 14 años de reclusión en el marco de la Operación Lava Jato.
A su vez, Henrique Eduardo Alves, exministro de Turismo y también expresidente de la Cámara, fue sentenciado a más de 8 años de prisión por lavado de dinero.
Vallisney de Souza Oliveira dictaminó en ambos casos la confiscación de los bienes y valores obtenidos por medio del esquema delictivo. De acuerdo con el fallo, Cunha pagará una multa de 1,85 millones de dólares, mientras que Alves tendrá que pagar una multa de 265.000 dólares.
