El Gobierno de Israel debía resolver el 10 de junio si concedía la extradición a la Argentina del citado ex agente de inteligencia del Ejército, acusado por delitos imprescriptibles cometidos en el centro clandestino de detención conocido como "La Cacha".
Aunque la medida puede ser apelada, la eximición otorgada por Ziulu congela en los hechos el pedido de extradición, hasta que la Cámara confirme o revoque el fallo y defina la situación de Gauto.
El juez Ziulu hizo lugar a un planteo de Juan José Losinno, abogado defensor de Gauto, según explicó a Télam una fuente judicial.
Gauto es un ex agente de inteligencia imputado en una causa que investiga crímenes cometidos en el centro clandestino de detención La Cacha y había sido requerido por la justicia argentina en la causa caratulada "Arias Duval, Alejandro Agustín; Di Pasquale, Jorge Héctor; Romero Pavón, Carlos María y otros s/ homicidio, privación ilegal de la libertad, tormentos y sustracción de menores".
El paradero de Gauto fue descubierto gracias a un informe del periodista Shlomo Slutzky, familiar de una de las víctimas del "circuito Camps" que pasaron por La Cacha entre 1976 y 1978, el médico Samuel Leonardo Slutzky.
Gauto fue aceptado en Israel en 2003 junto a su esposa e hijos gracias a la llamada Ley del Retorno, a la que puede acogerse toda persona de origen judío junto a su familia, dado que permanece casado con una mujer de ese origen.
Israel debía decidir el 10 si concedía la extradición
El Poder Ejecutivo de Israel, a pedido de la Corte Suprema de ese país, debía resolver el 10 de junio si concedía la extradición a la Argentina de Gauto. El fallo de la Corte fue emitido en diciembre pasado y otorgaba seis meses de plazo para expedirse
Así lo determinó la Corte Suprema del Estado hebreo, en un fallo emitido el 10 de diciembre pasado, en el que se dio un plazo de seis meses al Ministerio del Interior para que se expida sobre la situación de Gauto, quien reside en ese país desde 2003.
Por estos días, agrupaciones representativas de la comunidades argentinas y latinoamericanas que residen en Israel, y organismos de derechos humanos, vinieron desarrollando una campaña para reclamar que el titular de la cartera de Interior, Aryeh Dery, retire la ciudadanía a Gauto, ex integrante del Batallón 601, lo que habilitaría el trámite de extradición.
"Es una vergüenza que una persona acusada de haber cometido crímenes tan graves utilice ese país como un refugio. Es algo que no podemos permitir", dijo a Télam el investigador y periodista argentino israelí Shlomo Slutzky, quien en 2015 reveló en un documental que el prófugo vivía en la ciudad de Kiryat Bialik bajo la identidad de Yossef Karmel.
El periodista, que es primo de Samuel Leonardo Slutzky, desaparecido en junio de 1977 y visto con vida en "La Cacha", se presentó ante la Justicia de Israel para pedir que el Gobierno le retire la ciudadanía y lo expulse del país para que pueda rendir cuentas de los hechos que se le imputan ante los tribunales argentinos.
"Sé por el testimonio del sobreviviente Héctor Javier Quinterno que mi primo, que entonces tenía 42 años, había sido torturado en La Cacha, donde Gauto operaba como parte del destacamento de inteligencia 101 del Ejército. Este personaje vive aún con libertad en Israel cuando debería estar a catorce mil kilómetros de acá, frente a un juez.
El pedido de extradición sobre Gauto fue formulado en el marco de la causa por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención La Cacha, caratulada "Expte. Nº 16.419 "Arias Duval, Alejandro Agustín; Di Pasquale, Jorge Héctor; Romero Pavón, Carlos María y otros s/ homicidio, privación ilegal de la libertad, tormentos y sustracción de menores".
El prófugo, quien en un primer momento había accedido a una entrevista con Slutzky, autor del informe televisivo, se arrepintió y otorgó un diálogo telefónico. En esa conversación dijo: "Mientras esté en Israel, y pueda jugar con el tema de que no hay extradición, seguiré acá. Si voy a la Argentina me van a encerrar en un calabozo, y yo..., obviamente, no estoy preparado para eso".
Según Gauto, su trabajo durante la dictadura "era confeccionar fichas con nombres y apellidos de una lista que llegaba; en algunas decía comunista; en otras, marxista-leninista y todos los datos que podían tener estas personas".
Luego de quedar expuesto en este documental, recibió el repudio de sus vecinos de Kiriat Bialik y debió mudarse a la ciudad costera de Haifa, precisó Slutzky a esta agencia.
En marzo pasado, durante un acto realizado en la sede de la AMIA, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, consideró que Gauto debe dar explicaciones ante la justicia argentina, y recordó que el Gobierno es querellante en la causa que se sigue por los crímenes de "La Cacha".
"Gauto tiene deudas pendientes con la Justicia argentina y tiene que sentarse a rendir cuentas. Este gobierno continúa con la política de Estado vinculada a Memoria, Verdad y Justicia, y el caso Gauto se inscribe en este compromiso del gobierno, como en los casos Gómez, Etchecolatz o Astiz", señaló el funcionario.
Para Slutzky, al no existir un tratado formal de extradición entre ambos países, la posición de las autoridades argentinas de requerir a Gauto "es muy importante" para que el Gobierno de Israel se incline a expatriar a este antiguo agente del 601.
