Chile jugó un desconocido rol en el destino de la Segunda Guerra Mundial. Esto queda consignado en un inédito libro que recoge las operaciones de la Policía chilena que desbarató redes de espionaje y planes que pretendían utilizar al país como plataforma de sabotaje internacional.
Un departamento de la Policía Civil, en alianza con el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés), logró desbaratar extensas redes de espionaje y conspiración nazi que operaban desde Santiago, Valparaíso y el sur de Chile, en plena Segunda Guerra Mundial.
Así lo revelan cientos de documentos que desclasificó la Policía de Investigaciones de Chile, tras 70 años del fin del mítico Departamento 50, que seguía la pista a los nazis.
Chile y Argentina representaban gran interés para el fascismo racista, por su posición estratégica para el comercio y las comunicaciones, a través del estrecho de Magallanes.
Concluida la guerra, comenzó la fuga de los jerarcas. Se estima que unos 3000 llegaron a Argentina y otros 500 a Chile, según la Fiscalía de Hamburgo.
El accionar de este pequeño grupo de policías, contribuyó a derrotar los planes nazis, pero sin embargo, no extinguió su influencia ideológica.
