“Nosotros (los europeos) no podemos aceptar que una potencia extranjera, incluso nuestro mejor amigo y aliado, tome decisiones sobre nuestro comercio legítimo con otro país”, ha indicado este martes Mogherini, en una entrevista concedida al portal web de noticias indio Livemint.
De este modo, la alta representante europea ha resaltado que las sanciones impuestas por EE.UU. a Irán y las amenazas de Washington a las empresas europeas, no podrán detener los planes europeos destinados a preservar el acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
“Estamos trabajando, como una unión de 28 Estados miembros, y con el resto de la comunidad internacional para preservar un acuerdo nuclear que, hasta ahora, se ha implementado en su totalidad, como lo certifica la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en 13 informes consecutivos”, ha agregado.
Desoyendo al mundo, EE.UU. abandonó en mayo el acuerdo nuclear alcanzado en 2015 por Teherán y el Grupo 5+1 (integrado en aquel entonces por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) y decidió reimponer sus sanciones a Irán; desde la entrada en vigor de sus medidas punitivas, amenaza a cualquier compañía extranjera que siga activa en el mercado iraní.
Nosotros (los europeos) no podemos aceptar que una potencia extranjera, incluso nuestro mejor amigo y aliado, tome decisiones sobre nuestro comercio legítimo con otro país”, ha indicado la jefa de la Diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini.
Aunque Mogherini ha reiterado la voluntad de la UE de continuar las cooperaciones económicas con el país persa bajo el pacto nuclear, ha resaltado que el bloque comunitario aún está aplicando un mecanismo para evadir las sanciones estadounidenses. “Esto se hace para garantizar que las empresas europeas sigan comerciando legítimamente con Irán”, ha agregado.
Ante los obstáculos creados por EE.UU., Irán ha advertido en reiteradas ocasiones que podría también salirse del acuerdo si las potencias de la UE no garantizan que obtendrá los beneficios comerciales y financieros que establece el tratado para la nación persa.
La República Islámica insiste en que los signatarios europeos podrían hacer más y deben “pagar un precio” para proteger el acuerdo nuclear ante las presiones de Washington.
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