En una borrascosa ceremonia con demoras, interrupciones y protestas de la oposición, Netanyahu presentó a los miembros de su gabinete derechista, ultrarreligioso y refractario al proceso de paz con los palestinos, que fue aprobado por 61 votos -las bancas que controla su coalición en el Parlamento- contra 59.
El nuevo gabinete estará finalmente compuesto por 20 carteras, lo que obligó al premier a modificar la Ley Básica del país para ampliar el número de ministerios y satisfacer así las demandas de sus socios de coalición, informó la agencia de noticias EFE.
El estrecho margen de confianza obtenido por Netanyahu para su Ejecutivo, uno de los más derechistas de la historia de Israel, se convierte -según numerosos analistas- en un anuncio de las dificultades que deberá afrontar el nuevo gobierno israelí.
La ceremonia de investidura, que fue pospuesta una hora sobre el horario inicial debido a la dilación de las negociaciones hasta el último momento sobre la composición del Ejecutivo, se vio interrumpida en numerosas ocasiones por diputados de la oposición, que llegaron a abandonar la sala.
Durante la sesión, el primer ministro presentó su declaración de intenciones de cara a su nuevo mandato.
Netanyahu aseguró que el nuevo Ejecutivo buscará la paz en la zona, lo que provocó la risa y el desacuerdo con sus palabras del diputado palestino con ciudadanía israelí de la Lista Unida y miembro de la oposición, Ahmad Tibi.
Tras ello, varios legisladores abandonaron la sesión parlamentaria, a cargo del presidente del Parlamento, Youli Edelstein.
Este será el trigésimo cuarto Ejecutivo desde la creación del Estado de Israel en 1948 y el cuarto que encabeza Netanyahu, fruto de una complicada coalición con una escasísima mayoría simple por un escaño.
