La marcha, organizada por el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) junto a activistas de los derechos humanos, se han concentrado frente a la Casa Presidencial, pero pronto ha resultado disuelta por las fuerzas estatales.
En los últimos días conmocionó a la opinión pública alrededor del mundo la confesión de un integrante del ejercito hondureño que reconoció haber cobrado alrededor de 20.000 dólares para asesinar a la militante ambientalista.
Ahora es imperioso dar con la identidad de los autores intelectuales y hacer caer sobre ellos todo el peso de la ley, aunque casi con seguridad esto no ocurrirá y tod se transforme en una nueva lección hacia quienes tienen la osadía de enfrentarse al poder del capital.
