Alcampo, una gran superficie comercial, les obliga a trabajar todos los festivos sin una remuneración compensatoria digna. Es lo que hay.
En Madrid, en 2012 el Partido Popular (PP) permitió que los comercios abrieran todo el día. 24 horas 7 días a la semana. Aseguraba que aumentarían las ventas y los beneficios. Cuatro años después sólo ha aumentado la precariedad para los trabajadores.
Por no hablar de los nuevos contratos, todos temporales, menos de 40 horas semanales, lo que convierte al trabajador en un nuevo esclavo. Pequeños comerciantes, consumidores y sindicatos ya han puesto el grito en el cielo.
La oposición ya ha mostrado su intención de cambiar esta ley en Madrid aunque aún no se ha debatido en la Asamblea.
Son más de 230.000 los trabajadores que están afectados por esta legislación en la Comunidad de Madrid. Una legislación que el Partido Popular no quiere cambiar y que sin duda afecta a la conciliación de la vida laboral y la vida personal.
