El casco corintio se encontraba muy fragmentado después de haber permanecido unos 2.500 años bajo tierra, desde el primer cuarto del siglo V a.C., según Roman Mimohod, el director de las excavaciones, del IA RAS.
El casco corintio cubría completamente la cabeza y el cuello del guerrero; las únicas aberturas eran para los ojos y la boca.
Una proyección curvada en la parte trasera protegía la nuca y, en ocasiones, los hoplitas o soldados de infantería lo adornaban con una cresta hecha con las crines del caballo.
Pericles, el célebre político y orador ateniense, fue representado habitualmente con el casco corintio.
Fanagoria, la mayor colonia griega en la península de Tamán, fue una de las ciudades más importantes del Reino del Bósforo, fundado en el siglo V a.C.
