Esta fecha ha sido acordada por el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, y el de Podemos, Pablo Iglesias, ante la imposibilidad de cuadrar sus agendas para verse antes de las vacaciones de Semana Santa, después de haber mantenido este miércoles una conversación telefónica de unos 30 minutos de tono "cordial", según el comunicado conjunto que emitieron ambos de manera pactada.
Los secretarios generales primero coincidieron en la "necesidad de que haya un gobierno alternativo al (presidente del Gobierno en funciones, Mariano) Rajoy y sus políticas" para así abrir "un nuevo tiempo político". Por el momento solo está previsto un encuentro cara a cara entre ambos y, si todo va según lo planeado, se podrán pactar los términos para que los equipos negociadores vuelvan a encontrarse en la misma mesa.
"Hay respeto mutuo por las visiones respectivas y en ningún caso impiden el diálogo y nuestra voluntad firme de evitar nuevas elecciones y conseguir un gobierno de cambio y estable", reza un comunicado conjunto de Podemos y PSOE.
Sin embargo, las discrepancias entre ambos siguen en pie, ya que durante la conversación, Sánchez destacó que el acuerdo que firmó con Ciudadanos (C’s) está "vigente y abierto a otros partidos", e Iglesias insistió en que su "mejor inspiración" es el pacto "a la valenciana", es decir, una coalición de las fuerzas de izquierdas sin C's.
A pesar de todo, en un comunicado conjunto aseguran que "hay respeto mutuo por las visiones respectivas y en ningún caso impiden el diálogo y nuestra voluntad firme de evitar nuevas elecciones y conseguir un gobierno de cambio y estable".
Esta cita se produce después de que Podemos decidiese levantarse de la mesa de negociaciones de izquierdas –junto a Compromís, Izquierda Unida (IU) y PSOE– al darse a conocer los términos del acuerdo de investidura firmado por el PSOE y Ciudadanos, los cuales la formación morada rechaza firmemente, sobre todo los que son de materia económica y laboral.
También ha sido difícil hablar de una reunión después de la sesión de investidura fallida de Sánchez, ya que, por un lado, los socialistas insistían en acudir a las reuniones acompañados de Ciudadanos, mientras que, por el otro lado, Podemos vetaba esa posibilidad e insistía en que tenía que elegir entre ellos o C's.
Por otra parte, la diputada de Podemos Tania Sánchez pidió la misma jornada a Sánchez, "que deje de gritar a los cuatro vientos que quiere ser presidente" del Gobierno y le instó a decidir si lo que quiere es dar seguimiento a las políticas continuistas del Partido Popular (PP) con su acuerdo con Ciudadanos o, por el contrario, formar un Ejecutivo de progreso con Podemos, Compromís e IU-Unidad Popular.
Tania Sánchez, en declaraciones a la cadena española Antena3, insistió en que el acuerdo firmado entre el PSOE y Ciudadanos "no es viable ni política ni matemáticamente" y que lo importante es construir un Gobierno que permita cambiar la vida de las personas, cosa que tampoco permite el acuerdo.
España vive en la incertidumbre política desde los comicios generales de diciembre de 2015, en los que el PP perdió la mayoría absoluta al conseguir solo 123 escaños, seguido por el PSOE con 90 escaños, Podemos con 69 (incluidas sus alianzas territoriales) y Ciudadanos con 40.
