Las cifras incluyen tanto los gastos tributarios (renuncias fiscales) como los gastos directos en programas de transferencia de ingresos, beneficios a empleados, seguridad social y pago de funcionarios públicos, también considerados gastos sociales por el estudio.
Si se toman en cuenta solo las renuncias fiscales destinadas a acciones sociales, el crecimiento fue aún mayor. Lo que el gobierno dejó de recaudar subió del 17% de los gastos de la Unión en 2002 al 38,6% el año pasado. En cifras ajustadas por inflación, las renuncias aumentaron de US$ 117 mil millones (12,6% del PIB) a US$ 258 mil millones (15,7% del PIB).
El estudio dividió los gastos sociales en siete categorías: asistencia social, educación y cultura, organización agraria, trabajo y empleo, saneamiento básico y vivienda, Seguridad Social (de los sectores público y privado), y salud.
En el escenario internacional, Brasil se encuentra en una categoría intermedia respecto a los gastos sociales: son más altos que en los países de Asia y América Latina, pero inferiores a los de países europeos.
Según el estudio, de 2002 a 2015, las subidas más grandes se registraron en los gastos con Seguridad Social, asistencia social, educación y cultura. Ya los gastos con salud se mantuvieron estables respecto al PIB.
Lo que más tiene impacto en los gastos sociales es la Seguridad Social, tanto del sector privado como de los funcionarios públicos. De acuerdo con el estudio, el sector representó más de la mitad de los gastos sociales directos entre 2002 y 2015. El Tesoro informó que el crecimiento de ese tipo de gasto se contendrá si aprobada una propuesta de reforma de las pensiones, que, según el texto, se enviará en breve al Congreso Nacional.
A pesar de que, respecto al PIB, la Seguridad Social registró el mayor crecimiento en los gastos sociales de Brasil, la asistencia social tuvo la mayor subida porcentual. Eso se debe a los programas de transferencia de ingresos con criterios, como el Bolsa Família –que se dirige a familias más pobres–, y a la ampliación de la gama de beneficios de asistencia social a personas mayores y discapacitadas, que los reciben de por vida.
Wellton Máximo – Reportero de Agência Brasil
Traducción: Leonardo Vieira
Edición: Nádia Franco / Augusto Queiroz
