Aranguren diciéndonos que "se equivoco", que "está aprendiendo", y uno se pregunta ¿se equivocó cuando le compró a su empresa gas mucho más caro que a Bolivia, a quien además dejó de comprarle?
A ver, pongamos blanco sobre negro, Aranguren no se equivocó y compró gas más caro, dejó de comprar gas a un precio barato y decidió triangular para comprarlo más caro a su empresa, ese es el "error" que debemos entender.
Macri ordenó el despido de decenas de miles de trabajadores del estado y dijo que "son ñoquis", pero ahora resulta "la mitad eran ñoquis" según él mismo ha dejado trascender desde medios paragubernamentales.
El resto era simpatizante del gobierno saliente y como en los campos de concentración les revisaban el celular y las cuentas de redes sociales y si simpatizaban con el kirchnerismo los dejaban sin trabajo.
Profesionales, trabajadores que en muchos casos tenían más años de carrera que lo que había durado el kirchnerismo, y que cumplían labores perfectamente demostrables.
Sólo dos botones para muestra de un gobierno antipopular y elitista que de la mano de los nuevos ejércitos imperiales, los medios de comunicación de la clase dominante le sigue vendiendo a muchas de sus víctimas que "la culpa es del gobierno anterior que les hizo creer que podían vivir como seres humanos".
¿Qué ley, qué lógica plantea que el noventa por ciento de la sociedad debemos aceptar que un diez por ciento de parásitos vividores del esfuerzo ajeno vivan bien a costa de nuestros legítimos derechos?
¿Qué párrafo de la Constitución dice que los partidos opositores tienen que votar las atrocidades que plantea el gobierno? ¿las acciones antisoberanas que plantea el gobierno? ¿las medidas antipopulares que plantea el gobierno?
¿Por qué, si voté un proyecto de desarrollo de la industria nacional, de soberanía política, de integración latinoamericana, antiimperialista, nacional y popular tengo que esperar que le vaya bien al gobierno que quiere acabar con todo eso?
¿Por qué tengo que estar de acuerdo con el criminal endeudamiento externo que realiza el gobierno derechista y neoliberal de la alianza conformada por el PRO, la UCR, el ARI, FE y otros sectores menores?
Si de a poco se les van cayendo las caretas y resulta que los buitres eran en gran parte ellos mismos; si de a poco se sabe que "vinieron a hacer un trabajo sucio y gran parte ya lo hicieron".
Si en definitiva estos delincuentes de guante blanco después de hacer su trabajo sucio van a ser reconocidos por sus patrones y tendrán un jugoso salario como asesor o gerente o cualquier otro cargo que en realidad debería rotularse como "traidor a su Patria".
Estoy realmente harto de lo políticamente correcto, de quienes justifican el sanguchito que reciben con hacer "lo políticamente correcto" porque ellos, el gobierno, "fueron votados por el pueblo".
Nadie votó a los legisladores del bloque sanguchito para ser cómplices del endeudamiento externo, para sumar jueces adictos al gobierno a la Corte Suprema de Justicia ni para ninguna otra acción legislativa que comprometa el futuro de los argentinos.
Urge una modificación clara y precisa de nuestra ley electoral.
En primer lugar ningún funcionario electo debería poder cambiar de partido o fuerza sin renunciar antes al cargo que ocupa, porque si no pueden elegirse candidatos nominales y deben ser miembros de un partido o alianza, el cargo debe pertenecer a ese partido o alianza.
En segundo lugar todos, TODOS, los cargos deben contemplar la posibilidad de una revocatoria de mandato solicitada por un porcentual equivalente a alrededor de la mitad de las voluntades necesarias para que fuera electo.
En tercer lugar las plataformas electorales deben ser obligatorias y vinculantes y los gobiernos que no pueden cumplir con los puntos establecidos en esa plataforma en los plazos prometidos deberán someterse a un voto de confianza de la ciudadanía para poder continuar.
En definitiva y como para acabar este concepto y el desarrollo de esta nota debo señalar que me gustaría que los votantes de los globitos amarillos les reclamen con urgencia a SU gobierno, que lamentablemente es el gobierno de todos nosotros, la inmediata aplicación de la Pobreza Cero; pero que además les reclamaran, por ejemplo, por la eliminación de los subsidios a los servicios, los tarifazos, el aumento de la edad jubilatoria, la recepción de neonazis en la Casa de Gobierno y todas las demás medidas antipopulares que se toman, a menos, claro, que estén de acuerdo con ellas.
El último párrafo para referirme al concepto del comienzo de esta nota: ¡Estoy harto de lo políticamente correcto!
Harto de escuchar que se desea que al gobierno le vaya bien para que nos vaya bien a todos.
Si al gobierno le va bien, a los trabajadores y a la mayoría de los argentinos nos va a ir para la mierda, muy mal.
Esta afirmación no es un invento, ni causa del frío o de un par de zapatos que aprietan, sino del simple análisis de las políticas de gobierno neoliberales que ya vivimos, con los padres ideológicos de este gobierno, las gestiones de Jorge Rafael Videla y sus acólitos, de Carlos Menem y compañía y del inclasificable Fernando De La Rúa.
No va a ser un error que lleguemos al quince por ciento de desocupación, que cierren cientos, quizás algunos miles de PyMEs, la destrucción de las leyes laborales, la privatización de los bienes del estado (a menos que encuentren otra forma más sencilla de quedarse con esas riquezas) la destrucción de las jublaciones y la posterior privatización de las jubilaciones, etc, etc, etc.
Cuando un político dice que quiere que al gobierno le vaya bien, dice ésto y cuando un economista lo dice, está siendo cómplice de un gobierno que no se equivoca al aplicar sus medidas, sino que las aplica en contra de la mayoría y trata de mantener a la gilada (todos nosotros) el mayor tiempo posible papando moscas.
A todos los que resisten, un abrazo fraternal y al resto... espabilen o háganse cargo.
Hasta la próxima.
