“No seguiremos comprando armas caras a Estados Unidos. Podemos obtenerlas de cualquier otro lado. Voy a ordenar a la Policía que cancele (el contrato). No los necesitamos”, ha anunciado este lunes en una ceremonia en el palacio presidencial de Malacañang, en Manila (capital filipina).
El mandatario ha enfatizado que buscará otra fuente más barata y de la misma calidad de armas.
La semana pasada, el Departamento de Estado de Estados Unidos suspendió la venta prevista de unos 26 000 rifles a la Policía de Filipinas por la negativa del Senado.
Duterte ha dado un ultimátum a Washington para que retire a sus tropas del país asiático durante los próximos dos años. Él busca sustituir a EE.UU. por Rusia y China en la compra de armas y ha retado a la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) a intentar derrocarlo.
