El fiscal federal Jorge Di Lello desestimó hoy una denuncia presentada por el Gobierno contra el líder de Quebracho, Fernando Esteche, por haber señalado que algunos jueces podrían aparecer muertos si la expresidenta Cristina Kirchner fuera detenida.
La Fiscalía considera que no existió delito en los dichos de Esteche y considera que se equivoca el círculo más cercano de Macri y el Ministerio de Seguridad de la Nación por acusarlo a líder de quebracho de haber cometido delito de “intimidación pública”.
Di Lello consideró que la expresión “muerte” fue “desafortunada e inoportuna en una sociedad sensibilizada por tanta imposición periodística del caso Nisman”, la misma “no deja de formar parte de una descripción hipotética del imputado acerca de diferentes variables que podrían serle útiles al poder político”.
“Sólo se trató de una expresión desatinada o exorbitante en la medida en que pudo ser interpretada como una sugerencia de cursos a seguir en la hipótesis de la detención de la expresidenta”, indicó el fiscal.
“Mi opinión es que los dichos traídos a estudio constituyen entonces, el costo que una sociedad libre debe soportar para que el conjunto de sus ciudadanos puedan emitir su opinión libremente”, añadió el fiscal entre fundamentos de su resolución.
Di Lello concluyó que los dichos de Esteche “no deben ser objeto de reproche, en tanto y cuanto resultan ser una mera descripción de un contexto político, constituyendo lo denunciado un recorte parcial y descontextualizado de esas manifestaciones, las que adolecen de entidad suficiente para transmitir ni un mandato, orden o mensaje alguno, ni conllevan una carga delictiva que quienes escuchen el mismo puedan verse conmovidos”.
Por estos dichos, Patricia Bullrich llevó el caso a la Justicia, y el fiscal DiLello cerró la instrucción por desestimación o sea falta de mérito absoluta.
Fotografía: Hugo Delgado
