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» » El laborista Jeremy Corbyn, gran ganador de las elecciones británicas

(09/06/17 - Inglaterra)-.El resultado robustece el liderazgo de Corbyn al frente de su partido, apenas un año después de haberse visto obligado a convocar unas primarias ante la falta de apoyos entre su grupo parlamentario.

Pese a haber perdido las elecciones celebradas ayer en Reino Unido, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, resultó fortalecido políticamente en los comicios, gracias a una aguda campaña electoral que desplazó el Brexit de la agenda, núcleo actual de la política británica y punto fuerte de su rival Theresa May, para centrarse en las medias sociales y la seguridad.

Con un programa que propuso nacionalizar el transporte y el sector energético y suprimir los aranceles universitarios, Corbyn, de 68 años, logró despojar de su mayoría absoluta a la primera ministra que centró su campaña alrededor de la idea de un gobierno "fuerte y estable" para afrontar las negociaciones con Bruselas por la salida británica del bloque continental.

El resultado robustece el liderazgo de Corbyn al frente de su partido, apenas un año después de haberse visto obligado a convocar unas primarias ante la falta de apoyos entre su grupo parlamentario.

En su propia circunscripción, en el barrio londinense de Islington, fue elegido como diputado por novena ocasión consecutiva, con el mayor número de votos que ha sumado un candidato en la historia de esa área electoral, 40.086 papeletas, un 12,7 % más que en 2015, informó la agencia de noticias EFE.

En el conjunto del Reino Unido, los laboristas avanzaron en torno a los 30 escaños y más de 3 millones de votos respecto a los obtenidos en 2015 por el anterior líder, Ed Miliband, hasta sumar su mejor resultado en cuanto a porcentaje de sufragios (40%, a solo dos puntos de los conservadores) en 20 años.

El liderazgo de Corbyn y la estrategia de campaña elegida permitió a los laboristas -en apenas siete semanas- la hazaña de remontar más de 20 puntos de desventaja respecto a los conservadores, reflejados en las encuestas cuando May convocó por sorpresa unas elecciones anticipadas el pasado 18 de abril.

"La política ha cambiado. La política no va a volver a meterse en la caja donde estaba hasta ahora. La gente ha dicho que ya ha tenido bastante política basada en la austeridad", dijo Corbyn al aceptar su renovado escaño en la Cámara de los Comunes.

El líder de la oposición y su discurso de izquierda radical sin complejos, son criticados dentro de una parte del propio laborismo, y considerados como un signo de la incapacidad de renovarse ante los cambios de esa formación y de la izquierda europea.

Simultáneamente, sin embargo, son esos mismas características las que le han permitido ganarse el apoyo de quienes lo consideran un político "de principios" y un hombre "fiel a las fuentes", especialmente de los jóvenes, cuya participación en estos comicios superó las expectativas.

El "número dos" en el partido, Tom Watson, argumentó hoy que la autoridad de la primera ministra ha quedado dañada con el resultado electoral y que "su reputación nunca se recuperará".

Durante la campaña, Corbyn recorrió el Reino Unido explicando un plan que preveía aumentar los impuestos solo a aquellos ciudadanos que ganan más de 80.000 libras anuales (106.000 dólares) y prometía mantener el IVA inalterado.

El documento revertía además la paulatina reducción que sufrió el impuesto de sociedades en el Reino Unido en la última década y lo elevaba hasta el 26 % de cara a 2022, frente al 19 % actual.

Entre las medidas más polémicas que puso sobre la mesa se contaba devolver la titularidad pública a las empresas de ferrocarriles, el servicio de correos Royal Mail y parte de la industria energética, al tiempo que prometía una inyección de 6.000 millones de libras (6.840 millones de euros) en el sistema de salud.

Pero uno de los puntos que seguramente más le redituó en el resultado final fue su capacidad de apartar el foco de atención del proceso de salida del Reino Unido de la UE, si bien insistió en la necesidad de respetar el resultado del referéndum del 23 de junio de 2016 y seguir adelante con el Brexit.

Las políticas sociales, ajustes, jubilaciones, etc, así como la seguridad, en un país golpeado por tres atentados reivindicados por el Estado Islámico en dos meses, fueron mucho más relevantes en la percepción pública de la agenda, y el tratamiento que le dio Corbyn contribuyó a su alza en las encuestas y el resultado final.

Todo lo anterior enmarcó el resultado y dio trasfondo a las celebraciones, entre ellas la de los sindicatos británicos, que expresaron su satisfacción por el inesperado avance de los laboristas y advirtieron que el nuevo gobierno conservador del Reino Unido debe ofrecer "mejores condiciones" a los trabajadores.

La secretaria general de la confederación sindical TUC, Frances O'Grady, dijo que el retroceso de los conservadores significa que los británicos piden un cambio de rumbo ideológico en favor "de la clase trabajadora".

"Está claro que ahora no hay mandato popular para un Brexit duro (sin acceso al mercado único)", por lo que el nuevo Ejecutivo debe negociar un acuerdo de salida de la UE que "dé prioridad al empleo, los sueldos y los derechos laborales", dijo.

El secretario general del mayoritario sindicato Unite, Len McCluskey, en tanto, declaró que May hizo "una campaña deprimente" y los resultados electorales demuestran que "los británicos no quieren una política construida sobre el miedo y la desesperación".

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