Áreas de la unidad básica de producción cooperativa Julián Alemán, de Consolación del Sur, escenario inicial del proyecto Virginia, acogen la instalación de las cámaras que funcionarán con fuentes alternativas de la propia localidad.
Se empleará en lo fundamental cascarilla de arroz y aserrín y solo excepcionalmente el diesel, apuntó Eduardo Rodríguez, representante de la empresa cubano brasileña, auspiciadora del programa que posibilitará la entrega de materia prima de calidad a la fábrica de cigarrillos de la zona de desarrollo del Mariel.
A consideración del experto, la limitante mayor en la producción de tabaco Virginia en Cuba es el alto costo dados los elevados niveles de combustible a emplear. Por cada kilogramo de tabaco seco que obtenemos, utilizamos entre 0,7 y un litro o más de petróleo y eso es incompatible en el mundo, subrayó.
Dotadas de alta tecnología, las primeras de las 20 cámaras entrarán en funcionamiento en febrero para ampliar la capacidad de curación de la estructura productiva que reporta rendimientos de hasta 1,8 toneladas por hectárea en los campos.
Consolación del Sur dedica 150 hectáreas al tabaco Virginia que en la próxima campaña se extenderá a los municipios de Pinar del Río y San Luis, eslabones también del macizo tabacalero de Vueltabajo.
