“El restablecimiento de las relaciones bilaterales no será posible mientras exista el bloqueo y no se devuelva el territorio cubano de Guantánamo“, declaró Castro durante la III Cumbre de la CELAC que se celebra en Costa Rica.
“El problema principal no ha sido resuelto, el bloqueo económico, comercial y financiero, que provoca enormes daños humanos y económicos y es una violación del derecho internacional, debe cesar”, agregó Castro, quien dijo reconocer que el camino para lograrlo será “largo y difícil”, según informa AFP.
Castro reconoció el llamado que hizo la semana pasada el presidente estadounidense al Congreso para que ponga fin al embargo vigente desde 1962, pero le pidió avanzar más tras señalar que las medidas de flexibilización son “limitadas”.
“Podría utilizar con determinación sus amplias facultades ejecutivas para modificar sustancialmente la aplicación del bloqueo, aún sin la decisión del Congreso”, afirmó el gobernante cubano.
Su intervención en esta cumbre es la primera aparición de Raúl Castro ante sus colegas latinoamericanos desde el histórico anuncio del 17 de diciembre sobre la reconciliación entre Cuba y Estados Unidos, luego de medio siglo de hostilidades.
“Algunas fuerzas en EE.UU. tratarán de abortar este proceso que comienza”, advirtió Castro.
Solidaridad con Venezuela
Raúl Castro, ratificó su apoyo al Gobierno venezolano, dados los recientes ataques internacionales que se han perpetrado contra el país.
“Expresamos enérgica condena a las inaceptables e injustificadas sanciones unilaterales impuestas a la República Bolivariana de Venezuela y a la continuada intervención externa dirigida a crear un clima de inestabilidad en esa hermana nación”, dijo.
Castro, en su deseo de solidarizarse con toda América Latina y abogar por los intereses comunes, reiteró su más firme respaldo a la Revolución Bolivariana y al presidente Nicolás Maduro, así como transmitió todo su apoyo a la República Argentina en su reclamo por las islas Malvinas, Georgia del Sur, Sandwich del Sur y espacios marítimos circundantes y en su batalla contra los fondos buitres.
El presidente cubano reafirmó también su solidaridad con el Gobierno de Ecuador y su presidente Rafael Correa, quien lucha para lograr resarcimiento por los daños ambientales ocasionados por la empresa transnacional Chevron en la Amazonía ecuatoriana, y al mismo tiempo abogó por la inclusión en la Celac de Puerto Rico.
En relación al proceso de paz que se lleva a cabo entre el gobierno de Colombia y las FARC en La Habana, destacó como significativos los acuerdos alcanzados por ambas partes y señaló que nunca antes se había avanzado tanto en la dirección de propiciar la paz en ese país suramericano.
Igualmente condenó el conjunto de sanciones unilaterales e injustas contra Rusia y rechazó la “creciente agresividad de la doctrina militar de la OTAN y el desarrollo de guerras no convencionales, que ya han tenido devastadoras consecuencias y amenazan la paz y la estabilidad internacional”.
El mandatario caribeño afirmó durante su participación en la plenaria que gracias a la Celac se logró que los países miembros se hayan adentrado en una nueva época y hayan avanzado en términos de integración.
Señaló igualmente que el compromiso en la actualidad es con la justicia y el derecho de los pueblos, motivo por el cual puntualizó que pese a los avances obtenidos con la Celac es necesario continuar disminuyendo los niveles de desigualdad entre los países que integran el bloque.
Para ello consideró oportuno “crear una visión propia sobre los sistemas económicos y superar las brechas estructurales”, asegurando educación gratuita y de alta calidad, salud gratuita, seguridad social, igualdad de oportunidades y lograr el ejercicio pleno de todos los derechos humanos para todas las personas.
Discurso del presidente cubano Raúl Castro Ruz
El respeto a las diferencias y la unidad seguirá siendo nuestro mayor propósito y una necesidad ineludible porque la situación del mundo se agrava y afrontamos nuevos desafíos.
En el último decenio el crecimiento sostenido nos permitió afrontar la crisis y disminuir la desigualdad y la pobreza
Las transformaciones en varios países de la región han permitido avances en este sentido, pero América Latina continua siendo la región más desigual del planeta.
Poco tienen que mostrar a nuestra región muchos de los estados industrializados, donde la mitad de sus jóvenes están desempleados y se descarga la crisis en los trabajadores y los jóvenes y además se les reprime.
Crece el racismo, la xenofobia y el extremismo racista. Muchos no participan en la política pues saben que las promesas electorales se olvidad muy pronto.
Tendremos que crear una visión propia sobre el desarrollo y el consumo, sobre la eficacia de los modelos políticos. Debemos asegurar la educación universal y gratuita, una cobertura de salud completa y gratuita para todos y el ejercicio pleno de los derechos humanos para todas las personas.
La agenda de desarrollo después de 2015 debe proponer soluciones estructurales y sostenibles a las economías de la región. Es además imprescindible construir un mundo de paz, sin el cual es imposible el desarrollo. La declaración de nuestra región como zona de paz fue un paso trascendental. La solidaridad en América Latina será decisiva para hacer avanza los interese comunes.
Expresamos enérgica condena a las sanciones unilaterales impuestas a Venezuela y a la continuada intervención externa dirigida a crear un clima de inestabilidad en esa región.
Cuba, que conoce de esas políticas, reitera su más firme respaldo a la Revolución Bolivariana y al gobierno de Nicolás Maduro.
Nos unimos al reclamo de Argentina sobres las Malvinas, en su legítimo derecho. Apoyamos a esta nación y a su presidenta Cristina Fernández, también en su enfrentamiento a los fondos buitres, en su actitud violatoria de la soberanía de ese país.
Significativos acuerdos se han alcanzados entre el gobierno colombiano y las FARC-EP, en la mesa de negociaciones en La Habana. Nunca antes se había avanzado tanto en el camino de alcanzar la paz. Cuba seguirá brindando las facilidades necesarias en calidad de garante en el camino del fin del conflicto.
Daremos apoyo, como hasta ahora, al justo reclamo de los países del Caribe en la reparación de daños por esclavitud y colonialismo.
Saludamos los excelentes progresos alcanzados en el foro Celac-China. Reiteramos la preocupación por los enormes gastos militares impuestos al mundo por Estados Unidos y la OTAN y la agresiva intención de extender esta hasta las fronteras de Rusia. Declaramos enérgica oposición a la sanciones contra Rusia, con quien mantenemos excelentes e históricas relaciones.
Para Cuba el principio de igualdad soberana de los estados y de autodeterminación de los pueblos es irrenunciable, la Asamblea de la Onu debe usar sus facultades para preservar la paz y la seguridad internacional ante el doble rasero del Consejo de Seguridad. Expresamos nuestra solidaridad y apoyo a Palestina y debe cesar el veto en el Consejo de Seguridad para condenar y frenar los crímenes de Israel.
La voz de Cuba defenderá sin descanso las causas justas y los intereses de los países del Sur y será leal a sus objetivos e intereses comunes. Sabiendo que Patria es humanidad, la política exterior de Cuba seguirá siendo fiel a sus principios.
Relaciones Cuba-Estados Unidos
El pasado 17 de diciembre regresaron a su patria los antiterroristas cubanos Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Ramón Labañino, quienes junto a René González y Fernando Gonzáles, que ya estaban en nuestro país, son para nosotros motivo de orgullo.
El presidente norteamericano reconoció el fracaso de la política hacia a Cuba, que dura ya 50 año, el daño que el bloqueo causa a nuetro pueblo y pidió la eliminación de Cuba de la lista de países promotores del terrorismo. También anunció el restablecimiento de las relaciones con la Isla.
Esto fue posible, además, por la nueva época que vive la región y el enérgico reclamo de los pueblos de la Celac. Ha sido el resultado de la lucha de toda Latinoamérica ante la ONU.
Todo esto ha llevado a Barack Ombama a plantear un nuevo comienzo con Cuba.
A todos los presentes les expreso las más profunda gratitud de Cuba, a los 198 estados que votan contra el bloque en la ONU, a todos los movimientos internacionales, fuerzas políticas y demás fuerzas que se movilizaron con este fin, les agradezco en nombre de Cuba.
Al pueblo norteamericano también les agradezco el apoyo. Esto demuestra que gobiernos con grandes diferencias pueden llegar al entendimiento en beneficio de sus respectivas naciones.
Cuba y Estados Unidos debemos aprender el arte de la convivencia civilizada, basada en el respeto mutuo.
No se debe pretender que para ello Cuba tenga que renunciar a sus ideales de independencia y justicia social, ni claudicar en sus principios.
Hemos compartido con el presidente de Estados Unidos la necesidad de avanzar hacia la normalización de las relaciones, una vez que hayan sido restablecidas las relaciones diplomáticas. La situación actual abre modestamente la oportunidad al hemisferio de encontrar nuevas formas de cooperación e intercambio que interesan a las dos Américas.
El problema principal no ha sido resuelto, el bloqueo político, económico, comercial y financiero debe cesar.
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas ha sido el inicio de un camino de normalización, pero esto no será posible completamente sin que se elimine el bloqueo, se devuelva a Cuba el territorio ilegalmente ocupado de la Base Naval de Guantánamo.
Se pudo avanzar en esta reciente negociación porque nos tratamos recíprocamente con respeto, como iguales, para seguir avanzando tendrá que ser así.
El presidente Barack Obama podría hacer uso de sus prerrogativas para limitar aun más la incidencia del bloqueo, aún sin la autorización del Congreso.
Estados Unidos ha sido enfático en enunciar que cambian ahora los métodos pero no los objetivos de la política hacia Cuba.
Algunas fuerzas en Estados Unidos tratarán de frenar esta relación que comienza. Son los mismos que entorpecen las relaciones bilaterales de Estados Unidos con muchos países de esta región. Sabemos que el cese del bloqueo será un camino largo y difícil.
Estimados amigos, felicitamos a Costa Rica, al presidente Soliz y a su gobierno por la labor al frente de la Celac, damos la bienvenida al presidente Rafael Correa, que presidirá la comunidad en el 2015.
