“Los empleados despedidos pertenecen a diversas gerencias y atraviesan distintas situaciones. Muchos ya son de la planta permanente y, otros, revisten como contratados”, señaló Victoria Prado.
La trabajadora despedida subrayó que los 47 empleados cumplían sus tareas en “el marco de la vigente jornada laboral” y aseveró que ninguno fue jamás cuestionado en “su labor, idoneidad profesional o desempeño”, por lo que condenó y repudió “la decisión”.
“Los compañeros trabajaban en gerencias con orientaciones particulares, como la de Derechos Humanos, de Defensa del Consumidor y de Intermediación No Autorizada“, puntualizó Prado.
El sector de Intermediación No Autorizada “se encarga del cambio de divisas no autorizadas y produjo históricos allanamientos, que no tenían lugar desde hacía una década”.
Prado añadió que esa gerencia impulsó del mismo modo “el secuestro de material y el allanamiento de cuevas en el interior del país y la Ciudad de Buenos Aires” y aclaró que la resolución oficial de las cesantías “no contempló aclaración o justificación alguna”.
Con esta medida, el BCRA desmanteló esa área que controlaba las cuevas.
En este sentido, Prado denunció que a la nueva conducción del Central “no le interesa perseguir ciertos delitos económicos, como el cambio de divisas no autorizadas, y por eso se decidieron los despidos en ese área”.
“No hubo aclaraciones o justificaciones. Todos los despidos fueron sin causa alguna. De un momento para el otro 47 trabajadores se quedaron sin empleo. Se trata de cesantías arbitrarias y persecutorias y no se relacionan con el desempeño laboral”, dijo.
Fuente: Pulse
