Los Papeles de Panamá fueron un violento masazo a la mandíbula de la frágil coalición de gobierno, solo unida por el odio visceral a la gestión popular de gobierno del kirchnerismo y la cuestión fáctica de gobernar, en ese orden.
Pero en realidad más que para la opinión pública, eficazmente anestesiada por los medios, lo fue para el gobierno, que recibió un duro correctivo con formato de carpetazo por parte de los verdaderos detentadores del poder.
¿O de qué otra forma puede leerse que el tandem La nación - Clarín hayan tenido esta información desde el año pasado y recién la hayan hecho explotar ahora, justamente ahora en que el gobierno parece dispuesto a negociar la concesión de fútbol (en su versión neoliberal para los que puedan pagarlo, "Si quieren ver fútbol gratis vayánse a vivir a Cuba" según la traducción del prócer macrista Fernando Niembro) con el Grupo Turner y/o la Cadena Fox?
Curiosamente, en el mismo plano en que se desveló la cruda realidad de que algo más de una veintena de miembros del gobierno, empezando por el propio presidente, tienen cuentas offshore (Traducción del Editor: esas cuentas que se usan para lavar dinero proveniente de ilícitos o evadir impuestos y que tienen un costo de varios milies de dólares al mes, se usen o no), la "justicia" decidió procesar a Amado Boudou, el demonizado ex vicepresidente al que los hoy hombres del oficialismo se resistían a aceptar presidiendo las sesiones del Senado de la nación, ¡por la venta de un Renault 12 hace algo más de una década!
Curiosamente esos mismos medios, que llegaron a exigirle a la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner que mostrara su título de abogada, hoy "creen" al presidente (que ya estuvo PROcesado por evasión de impuestos a través de una empresa offshore y que no resultó inocente, sino que los abnegados jueces que entendieron en la causa dejaron que la misma se cayera y prescribiera el delito) que "no hizo nada malo".
Parece no importar que el Primer Ministro islandés haya tenido que renunciar por este mismo tema; que uno de los ministros de Rajoy haya seguido el mismo camino y que el conservador Cameron esté contra las cuerdas en Inglaterra, también por participar de una empresa offshore, ¡si, de una de esas empresas que se usan para evadir impuestos o lavar dinero proveniente de ilícitos! y en las que nuestro presidente participa ¡en dos!
Pero esto no parece ser importante en Argentina, aunque en cambio si haber transferido un Renault 12 "flojito de papeles" hace alrededor de quince años, aunque el valor de ese coche usado sea menor en pesos de lo que sale mantener una cuenta offshore por año ¡en dólares! sin contar el costo de la tarea de seguimiento por parte de un contador que debe atender la misma.
Pero volviendo al tema de los papeles de Panamá en si mismos, lo que desvela esta información son varias cuestiones que un lector debería tener en cuenta.
En primer lugar el reconocimiento de La Nación y Clarín que poseían toda esta información desde mediados del año pasado, es decir que opcultaron deliberadamente información que afectaba la imagen de su candidato.
En segundo lugar que todo un sector de la justicia, muy propenso a actuar de oficio ante cualquier denuncia lisérgica de la ex funcionaria judicial de la dictadura cívico militar Elisa Carrió sobre el kirchnerismo miró para otro lado, lo que hace al menos sospechar de su honradez y sus buenas intenciones.
En tercer lugar el peligroso y cómplice hermetismo de sectores políticos que debrían haber reaccionado con firmeza si su preocupación por la honestidad y la transparencia política fueran reales, como el caso de la autoproclamada candidata a la Suprema Corte de Justicia Margarita Stolbizer y su partido GEN, autoproclamado "progresistas".
En definitiva los Papeles de Panamá no solo desnudaron la participación de una gran cantidad de miembros del gobierno en empresas vinculadas a la evasión fiscal o lavado de divisas provenientes de maniobras ilegales, sino que además también desnudaron el falso interés de los sectores opositores al kirchenrismo por el tema.
La sociedad es ahora quien deberá hacer una lectura profunda y seria de este tema, sin apasionamientos ni odios ajenos y analizar que es lo que nos quieren decir determiandos actores de la sociedad cuando nos hablan de honestidad, de trtansparencia y sobre todo de independencia de criterios.
