Miles de seguidores del grupo separatista Pueblo Indígena de Biafra (IPOB) se concentraron el lunes en varios estados del sureste nigeriano para celebrar el aniversario de la creación de la extinta república de Biafra, informó la agencia de noticias EFE.
Los manifestantes también pedían la liberación de su líder, Nnamdi Kanu, que está detenido desde octubre de 2015 y a la espera de juicio, siendo acusado de traición y de incitar al secesionismo.
"Debido al pánico y la tensión generados por las actividades de los miembros del IPOB, las fuerzas de seguridad se vieron obligadas a intervenir conforme a las provisiones constitucionales", señaló en un comunicado el portavoz del Ejército nigeriano, el coronel Sani Usman.
A pesar de que el Ejército nigeriano solo ha reconocido la muerte de cinco personas, varios medios locales anticiparon que el balance de fallecidos podría ser mucho mayor.
En tanto que el inspector general de la Policía nigeriana, Solomon Arase, ordenó el desarme de todos los miembros del IPOB en las regiones del sur y del sureste del país para evitar nuevos enfrentamientos.
El 30 de mayo de 1967, en medio de crecientes tensiones étnicas debido a una sucesión de golpes de Estado, el gobernador de la región Oriental de Nigeria, Emeka Ojukwu, anunció la creación de la República de Biafra para proteger a la población de la etnia igbo, que había sido objeto de numerosas matanzas en el norte del país.
Biafra subsistió como Estado independiente hasta el 15 de enero de 1970, tras la capitulación oficial de las fuerzas biafreñas.
En el momento de su creación, el Estado de Biafra ocupaba unos 76.400 kilómetros y estaba habitado por unos 13 millones de personas, la mitad de ellos de etnia igbo.
Los separatistas escogieron su nombre de la bahía de Biafra, y las autoridades de Nigeria la renombraron tras el conflicto con el nombre de bahía de Bonny.
El gobierno militar de Nigeria intentó recuperar el control por la fuerza y dio comienzo a la guerra civil de Nigeria (1967-1970), que causó un millón de muertos entre los combates y la hambruna que sufrió la región tras un bloqueo de dos años.
El sofoco de la rebelión no acabó con las ansias separatistas en el sur y el sureste de Nigeria, donde está situado el delta del Níger, una zona muy rica en petróleo.
