Un equipo de especialistas del Politécnico de Turín (Italia) investigó durante meses si existe una cámara en la tumba, donde podía estar enterrada Nefertiti. Sus estudios de radar fueron los más exhaustivos de todos los anteriores que trataron de comprobar la teoría del egiptólogo Nicholas Reeves, según The National Geographic.
Estos estudios “han demostrado que no existen cámaras ni una indicación de un umbral o bastidores de puerta, lo que contradice la teoría que estimaba la existencia de pasajes o cámaras adyacentes o en el interior de la cámara funeraria del rey Tutankamón”, dijo el domingo Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.
Reeves, detectó en 2015, lo que parecían ser dos puertas inexploradas que conducían a sendas cámaras selladas. El investigador barajó la posibilidad de que allí se escondía la cámara funeraria de la reina Nefertiti ―que nunca fue encontrada―, con su ajuar funerario intacto.
Ese mismo año, tras una lectura inicial de imágenes de radar, el Ministerio egipcio de Antigüedades expresó que había una posibilidad del “90 por ciento” de que hubiera algo detrás de las paredes de la tumba.
Estos estudios han demostrado que no existen cámaras ni una indicación de un umbral o bastidores de puerta, lo que contradice la teoría que estimaba la existencia de pasajes o cámaras adyacentes o en el interior de la cámara funeraria del rey Tutankamón”, dijo Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.
Más tarde, los análisis con radar de un experto japonés detectaron material orgánico y metálico en “dos espacios vacíos” anexos a la sala del sepulcro del faraón niño.
