“China está trabajando para cimentar sus lazos con Rusia por ejemplo, (que es) uno de los poderes en Asia, y pienso que ambos países, Rusia y China, se consideran a sí mismo como aliados importantes para hacer frente a la hegemonía de Estados Unidos y el Occidente”, indicó Preston en una entrevista concedida el domingo, a la cadena iraní PressTV.
China está trabajando para cimentar sus lazos con Rusia por ejemplo (que es) uno de los poderes en Asia, y pienso que ambos países, Rusia y China, se consideran a sí mismo como aliados importantes para hacer frente a la hegemonía de Estados Unidos y el Occidente”, indicó el analista político estadounidense Keith Preston.
A su parecer, las autoridades chinas se preocupan por la influencia de Washington en Asia del Este, por eso intentan hacer frente a ese fenómeno de una forma u otra y crear su propio diámetro de defensa.
Tras resaltar que esa tendencia de China se percibe en la postura de Pekín respecto al mar de China Meridional, el analista político agregó que China desea mantener su acceso a las aguas en disputa, en un intento por disuadir un eventual “bloqueo naval” ejercido por los estadounidenses.
El redactor jefe de la página antimperialista Attack the System añadió que las políticas de Pekín además representan su creciente influencia que se enraíza en su alianza en el bloque BRICS-compuesto por Brasil, Rusia, La India, China y Sudáfrica.
El mar de China Meridional es una extensión muy disputada del océano Pacífico. Mientras que Pekín reclama casi un 90 % de los territorios, estos son disputados por varios países, entre ellos Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunéi.
El conflicto entre Pekín y Washington aumentó después de que China, en noviembre de 2013, declarara una expansión de la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ, por sus siglas en inglés), que incluye los cielos sobre las disputadas islas.
