La violencia en el estado de Rakhine, en el este de Myanmar (ex Birmania), se agrava cada día y eleva la cifra de refugiados en la vecina Bangladesh, donde la ONU contabilizó hoy 480.000 miembros de la minoría musulmana rohingya en los campamentos dispuestos para acogerlos, 50.000 más que hace dos días.
Además, entre los refugiados que llegan a Bangladesh, muchos de ellos menores, hay 1.600 niños que arribaron sin acompañantes, según un informe de Unicef, que cifra en 250.000 el número total de menores refugiados.
"Estamos muy preocupados por su protección. Porque si bien todos los niños refugiados han sufrido un gran trauma, estos más, porque en muchos casos han sido testigos de la muerte de sus padres y han tenido que huir solos. Pero además, ahora no tienen ningún adulto que los proteja", afirmó en una rueda de prensa Christoph Boulierac, vocero de Unicef.
