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» » ¡Hasta siempre Jorge!

(30/12/17 - Memoria, Verdad y Justicia)-.Trabajadores y trabajadoras, organismos de derechos humanos y partidos políticos despidieron los restos del doctor Jorge Roitman que fueron hallados semanas atrás en el terreno del ex centro clandestino de detención “El Chalet” que funcionaba en el Hospital Posadas.

La despedida fue muy emotiva ya que la familia Roitman decidió que el cortejo fúnebre hiciera un recorrido por las calles internas del hospital y así la comunidad pueda darle su último adiós entre aplausos y agradecimientos.

Cabe recordar que Roitman tenía 32 años en 1978, cuando fue secuestrado en su casa ubicada en la calle Espora 1060, en la localidad de Ramos Mejía, por el grupo de tareas del Primer Cuerpo del Ejército, según consta en el registro de la CONADEP.

La última persona en ver a Jorge fue una compañera del nosocomio, también ex detenida, quien declaró que el doctor tenía signos de tortura y se encontraba agonizando.

En el libro “Semblanzas” editado por la Comisión de Derechos Humanos del Hospital Posadas, su colega Carlos Bevilacqua lo recuerda de esta manera:
“Era un excelente compañero. Muy “familiero” (estaba casado con la doctora Graciela Donato, especialista en ortopedia infantil), muy interesado por la medicina, y en un momento de crecimiento profesional muy “empinado”, al punto de que se había transformado en el discípulo preferido del doctor Daniel Stamboulian, que por entonces ya era un importante referente de la Infectología en Argentina, y trabajaba en el Posadas, muy respaldado por Jorge. Otros intereses de Jorge eran el fútbol (jugaba frecuentemente) y era hincha de Chacarita Juniors, y la pintura en general y los impresionistas en particular. Yo no recuerdo militancia política alguna de Jorge, al punto tal que cuando nos enteramos de su cobarde secuestro nocturno desde su casa, yo imaginaba que su único pecado era ser de origen judio, y “portar” barba. Como sabemos, esto era de riesgo en esa época de milicos y paramilitares profundamente “nazi-fascistas”.

"Jorge siempre estuvo en el Hospital, en su Hospital tan querido, nunca se fue. Es por eso que hacemos eco de las palabras de su hermana, Diana Roitman “solo tenía 32 años cuando salvajemente lo torturaron hasta la muerte. Recién empezaba a vivir. Por eso, para todos nosotros es tan importante seguir adelante en el camino de construir memoria verdad y justicia. Nunca más”

Por María Sol Steinberg

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