Según han informado los observadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los combatientes de Ansarolá y el Ejército yemení han empezado a abandonar la ciudad portuaria de Al-Hudayda, en aplicación del acuerdo suscrito el 13 de diciembre en Estocolmo, capital de Suecia, para solventar el conflicto del país árabe.
Según el pacto, los monitores internacionales se desplegarán en la ciudad y un Comité de Coordinación de Reubicación (CCR) que incluye a ambas partes, presidido por el representante de la ONU Patrick Cammaert, supervisará la implementación del acuerdo.
Por su parte, el portavoz del Ejército yemení, el general Yahya Sari, ha confirmado en un comunicado publicado por la agencia oficial de noticias SABA la salida de sus tropas de la ciudad como parte de “la primera fase de un redespliegue desde el puerto de Al-Hudayda”. En contrapartida, tal como exige el acuerdo, dice: “Esperamos que el equipo de la ONU obligue a los mercenarios de la coalición liderada por Arabia Saudí a retirarse de las partes orientales de Al-Hudayda”.
Esperamos que el equipo de la ONU obligue a los mercenarios de la coalición liderada por Arabia Saudí a retirarse de las partes orientales de Al-Hudayda”, dice el portavoz del Ejército yemení, el general Yahya Sari, tras informar de la salida de sus tropas de la ciudad como parte de “la primera fase de un redespliegue desde el puerto de Al-Hudayda” en aplicación del acuerdo suscrito en Suecia entre las partes.
La retirada de Ansarolá de Al-Hudayda, punto clave para la entrada de ayuda alimentaria para unos 14 millones de yemeníes, se produce aun cuando las fuerzas lideradas por el régimen saudí y sus mercenarios siguen perpetrando violentos ataques contra el pueblo yemení, violando abiertamente el alto el fuego suscrito en Suecia para cesar las hostilidades en la ciudad y en vigor desde el pasado 18 de diciembre.
La tregua en Al-Hudayda se considera una gran victoria para las fuerzas de Ansarolá, ya que Arabia Saudí y su aliado estadounidense, con su cerco y ataques a dicha ciudad, han tratado de poner de rodillas al pueblo y a los combatientes yemeníes, evidentemente, sin lograrlo.
Un informe publicado el pasado 11 de diciembre por el proyecto Datos sobre Localización y Acontecimientos de Conflictos Armados (Acled, por su acrónimo del inglés) precisa que la agresión iniciada en marzo de 2015 por Arabia Saudí y sus aliados contra el país más pobre del mundo árabe ha dejado más de 60 000 civiles muertos.
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