Hay que tener en cuenta que el consumo de frutas y hortalizas con residuos de agentes cancerígenos es un riesgo para la salud humana, de hecho, las agencias estatales de seguridad alimentaria en Argentina, como son los casos de Senasa y Anmat, justifican los residuos de agrotóxicos en alimentos en el control de riesgo, aceptando un valor máximo de residuo tolerable que determina el límite máximo de tolerancia diario del organismo humano a un agrotóxico, pero esa consideración ignora la carga química acumulativa de los agrotóxicos que recibe diariamente el organismo humano.
Según el Senasa, de las 10 principales frutas y hortalizas estudiadas,en las que se detectaron mayor cantidad de agentes cancerígenos son cítricos (limón, mandarina, naranja y pomelo). En 2003, seis países (Estados Unidos, Argentina, Canadá, China, Brasil y Sudáfrica) fueron responsables del 99 por ciento de los cultivos genéticamente modificados, pero la discusión por la utilización de alimentos genéticamente modificados no es nueva y se mezclan intereses económicos de empresas privadas como es el caso de Novartis, Monsanto y Bayer.
Según un informe denominado “Suppressing dissent in science with GM foods”, a medida que el tema comenzó a desarrollarse y notarse que existe un negocio rentable, aumentó el patrocinio privados a proyectos científicos, de hecho en Estados Unidos las donaciones por parte de empresas privadas pasaron de 850 millones de dólares en 1985 a 4250 millones en menos de diez años.
Asimismo, la Universidad de California en Berkeley, en noviembre de 1998 recibió 25 millones de dólares para la investigación del departamento de plantas y biología microbiana por parte de la empresa Novartis, quién a cambio de esa inversión se quedaría con los derechos para negociar licencias de una tercera parte de los descubrimientos financiados por esa empresa y también la financiación estatal o federal.
Actualmente, Monsanto/Bayer, otorga becas de investigación a más de 60 científicos de 25 países para analizar los avances de la biotecnología agrícola. Monsanto es el principal productor del herbicida glifosato Roundup y la hormona bovina de crecimiento, que preocupan por sus efectos en animales, en personas y en el medio ambiente.
Según la página web de la empresa, su principal desafío es “cubrir las necesidades actuales y preservar el planeta para el futuro”, pero los resultados de su actividad son motivo para dudar de esta afirmación ya que existen evidencias de los efectos nocivos de los productos creados por Monsanto, esta multinacional se ha encontrado con una gran resistencia entre la población mundial, expresada a través de fuertes críticas y multitudinarias protestas que se celebran sistemáticamente en todo el mundo. Además, la empresa ha sido acusada en reiteradas ocasiones de falsificar sus investigaciones.
Respirar veneno
Canals, es un pueblo del sudeste de Córdoba, plena Pampa húmeda en donde el 55 por ciento de las muertes registradas se dan por el cáncer. Esta información derivó de un trabajo de investigación en conjunto con los vecinos del pueblo y la red universitaria de ambiente y salud.
Los resultados del trabajo arrojaron que el cáncer, en distintas localizaciones, es la principal causa de muerte de los vecinos del pueblo. Más de la mitad de los fallecidos lo hicieron por esta enfermedad (un total de 61 vecinos o el 55 por ciento), mientras que en todo el país, en la provincia de Córdoba y en la ciudad de Córdoba sólo muere de cáncer menos del 20 por ciento. También se pudo determinar que muere más gente que lo normal o esperado para el tamaño del pueblo (hay un 45 por ciento más de fallecimientos).
Los efectos de los agrotóxicos y los alimentos genéticamente modificados son cada vez más visibles y el poder de las multinacionales de ése rubro se hace cada vez más grande pero para evitarlo es necesario que tanto los Estados como los organismos internacionales tomen cartas sobre el asunto.
Por Valeria Rodríguez, DATA BASE
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