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» » Podrían demoler una escuela para chicos de la calle por el trazado del Metrobus Sur


(20/11/14 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires)-.Al Centro Educativo Isauro Arancibia, ubicado en Paseo Colón y Cochabamba, asisten 200 jóvenes que viven en la calle. Hace varios meses que reclaman al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que no tire abajo el lugar donde comen, estudian y trabajan.

Entre las paredes coloridas del Centro Educativo Isauro Arancibia estudian, trabajan y comen más de doscientos chicos que viven en la calle. Desde varios meses, también se preocupan y sufren la amenazada del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que pretende demoler el único lugar que tienen para construir el Metrobus Sur.

“Si Macri lo quiere tirar, lo va a tirar. Nadie lo puede parar”, dijo uno de los alumnos de la escuela, mientras pisaba el pedal de una máquina de coser, con la cual confecciona eco-bolsas que después vende por encargo y en distintas ferias.

Si bien el proyecto del Metrobús Sur en Paseo Colón fue confirmado hace un mes por el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en una reunión con la asamblea barrial de San Telmo, ninguno de los 40 trabajadores de Isauro recibió una notificación oficial sobre la demolición del lugar. Infonews se comunicó con el Ministerio de Educación de la Ciudad, pero las autoridades prefirieron no decir nada al respecto.

“No llamaron a la escuela, ni me llamaron a mí, a nosotros directamente no nos dijeron nunca jamás nada, ni los vamos a demoler ni no los vamos a demoler. Un silencio absoluto. A la Legislatura sí porque piden informes, hay legisladores como Pablo Ferreyra y Paula Penacca que están todo el tiempo interpelando, entonces a ellos les contestan cosas. Además hay un juicio que hace la Asesoría Tutelar de un amparo que hay sobre el Isauro, por abandono del edificio. Entonces, nosotros nos enteramos a través de lo que le dicen a los demás, no hay comunicación directa”, explicó la directora del establecimiento, Susana Reyes.

Incluso, hace un mes, les cortaron los servicios de la escuela. “Fue un día muy duro para todos. Primero se cortó el teléfono. Después la luz pero pensamos que era sólo un corte, miramos a ver si los demás en el barrio tenían luz. Esperamos, llamamos a Edesur, llamé a mis autoridades. Vinieron dos personas de Edesur y Telefónica y ambas nos dijeron que no se podía arreglar porque era zona de demoliciones. Ahí nos dimos cuenta de lo terrible de la situación. Fue un golpe, nunca pensamos que iba a ser así, con cortadas de servicios”, contó la directora a Infonews.

"Entran a la escuela y dejan esa estigmatización de ser el pibe de la calle, el pibe chorro, para pasar a ser un estudiante".
Además, durante una semana tuvieron suspendido el suministro de agua, por lo que debieron cerrar la escuela. Cada mañana, los maestros esperaban en la puerta a todos los alumnos que si bien no podían ingresar al lugar, se acercaban primero para desayunar y más tarde para almorzar. “Fue terrible para nosotros decirle a los pibes que no podían entrar. No teníamos baño, era algo totalmente insalubre”, dijo Susana.

Pero la lucha de todos los que son parte del centro data de muchos años atrás. Entre los reclamos que sostienen hace tiempo se encuentra la refacción del edificio. Para esas obras, en 2011, la Legislatura porteña destinó 14 millones de pesos. Sin embargo, por la amenaza del Metrobus, se suspendió el inicio de la construcción.

Otra de las carencias que tiene la institución es la falta de lápices y cuadernos. Como sucede con la mayoría de las cosas que son necesarias en la escuela, los maestros sacan el dinero de sus bolsillos y los compran.

“Hacemos todo a pulmón. Es lindo pero también es cansador, porque hay cosas que no les podemos dar y los chicos tendrían que tener”, dijo Sergio, profesor de los alumnos de primaria.

“Pero cada pueblo tiene lo que quiere tener”, opinó otro de los docentes, César, con la tristeza tatuada en la cara, mientras señalaba el salón que se inunda después de cada tormenta. Allí supervisa el taller de bicicleta, uno de los tantos que se realizan y permiten a los chicos obtener una salida laboral.

“Es muy pesado tener que hacer tantas cosas para conseguir todo, desde un vidrio hasta la comida para los chicos”, agregó.

La institución alberga estudiantes de todas las edades, que incluyen a bebés que asisten al jardín maternal. “Las mamás jóvenes situación de calle no tuvieron por ahí un contexto familiar que las contenga y les enseña a ser mamá. Acá entran a la escuela y dejan esa estigmatización de ser el pibe de la calle, el pibe chorro, para pasar a ser un estudiante. Y en el jardín, pasan a ser madres y padres”, dijo Reyes.

La coordinadora del centro aclaró que ellos no se alzan en contra del Metrobus sino que creen que serían muchos los perjuicios que provocaría si se llega a construir en Paseo Colón.

"Vivir en la calle es una situación muy cruel y ellos no es que quieren estar ahí, es que no tienen salida".

“Lamentablemente, a mi me da hasta vergüenza ajena tener que decir esto, mucha gente en situación de calle habita Paseo Colón, que es una calle techada. Hay muchos lugares que son usados por esta gente, sobre todo por nuestros pibes, los que vienen a esta escuela”, explicó Susana.

Y añadió: “La población que viene a esta escuela son chicas y chicos que tienen todo inestable en su vida. Vivir en la calle es una situación muy cruel y ellos no es que quieren estar ahí, es que no tienen salida, no hay políticas desde el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que les de la posibilidad de que hagan pie en un lugar. A los paradores no quieren ir, es más difícil estar ahí que vivir en la calle. No hay lugares adecuados para los jóvenes”.

Susana fue una de las primeras maestras de la escuela cuando se creó en 1998. “Yo me recibí en escuela públicas y creo que la educación pública es lo que nos iguala, es un derecho que tiene que tener todo el mundo. Es muy duro ver un adolescente que nació en la calle y no sabe leer ni escribir. Creo que es indispensable, te abre la cabeza, te pone alas”, afirmó.

“Esta es una población muy castigada, muy maltratada, que acá aprendimos a querer con todo el corazón. Como les decimos, son los mejores pibes, los que pelean, los que se hacen su lugar, los que te responden. No me podría ir de acá, este es mi lugar”, concluyó. 

Fuente: Infonews
Fotografía: Diego Pintos

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