La Policía de la Ciudad envió de inmediato un móvil al lugar tras recibir un llamado en el que una voz masculina dijo que había una bomba en el predio de avenida del Libertador al 8100. Desde 2013 se registraron cerca de setenta amenazas telefónicas de bomba, algunas el mismo día, con sus respectivos desalojos, sin que nunca se encontrara siquiera un petardo.
En el amplio predio de 17 hectáreas tienen oficinas el Ministerio de Justicia y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, además de albergar al Espacio para la Memoria, el Archivo Nacional de la Memoria, la Casa por la Identidad, el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, el Espacio Cultural Nuestros Hijos y el Museo Malvinas, entre otros organismos.
La evacuación del predio fue total y cerca de las 15, al concluir una inspección de expertos en explosivos, se informó que no había una bomba en el predio,
Las medidas de precaución fueron dispuestas por la Policía de la Ciudad en consulta con el Juzgado Federal 10 a cargo del juez Julián Ercolini, Secretaría 20, a cargo de Federico Fornasari.
Durante los últimos 500 días del gobierno anterior se registraron alrededor de medio centenar de alarmas por amenaza de bomba, las que consiguieran que se pasara de la absoluta prohibición de que el personal policial y militar ingresara armado al predio, dispuesta por el entonces secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, a que se instalará dentro de él de manera permanente un móvil de Departamento de Explosivos de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal.
Las amenazas se volvieron esporádicas desde la asunción del gobierno actual, por lo que llemó la atenciòn su recrudecimiento en las actuales circunstancias.
En el predio de la ex Esma (Escuela Superior de Mecánica de la Armada) funcionó uno de los mayores centros clandestinos de detención y tortura instalados por la última dictadura militar (1976-1983).
