(13/11/17 - Myanmar)-.La Organización de Naciones Unidas denunció que el Ejército birmano practica ‘sistemáticas’ violaciones en grupo a mujeres y niñas rohingyas, que se han cobrado la vida de varias de ellas.
“Escuché relatos horribles sobre violaciones y violaciones en grupo, numerosas mujeres y niñas murieron después de ser violadas”, ha denunciado este domingo Pramila Patten, la representante especial del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La encargada de investigar la violencia sexual de la que son blanco las mujeres de esta minoría musulmana en Myanmar (Birmania) ha realizado estas declaraciones tras visitar el distrito de Cox's, bazar localizado en el sureste de Bangladés, donde se refugiaron 610.000 rohingyas en las últimas 10 semanas, y donde decenas de mujeres y niñas han denunciado haber sido objeto de la violencia sexual.
Según Patten, estas violaciones en grupo forman parte de “un esquema de atrocidades a gran escala” dirigido “sistemáticamente contra las mujeres y las jóvenes rohingyas debido a su etnia y su religión”.
Escuché relatos horribles sobre violaciones y violaciones en grupo, numerosas mujeres y niñas murieron después de ser violadas”, denuncia Pramila Patten, la representante especial del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La violencia sexual es ordenada, orquestada y cometida por las Fuerzas Armadas de Myanmar como un “arma de genocidio” en el estado occidental de Rajine, ha subrayado.
En este sentido, entre varias formas de violencia sexual cometidas por varios soldados que dan cuenta los testimonios de las supervivientes, ha mencionado, “la violación en grupo, desnudos forzados y esclavismo sexual”.
Asimismo, la representante de la ONU ha calificado el uso de la violencia sexual como un factor del desplazamiento forzado y “una herramienta calculada de terror dedicada al exterminio y a la eliminación de los rohingyas como población”.
Igualmente, Patten ha agregado que a su regreso a EE.UU. informará de la cuestión a la fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Fatou Bensouda, para abordar estas atrocidades que “podrían constituir crímenes de lesa humanidad”.
La campaña militar a gran escala lanzada desde el pasado agosto contra los rohingyas en Rajine (suroeste de Myanmar) ha provocado más de 400 muertos y 600.000 desplazados en el país vecino, Bangladés. Esta campaña ha sido descrita por las Naciones Unidas como una campaña de “limpieza étnica”.
"Soldados birmanos cometen violaciones grupales a rohingyas"
