La primera sorpresa ocurrió en la jornada de ayer, cuando se anunció que el presidente hablaría a las 8,30, algo inesperado en él, de quién se señala no se caracteriza por madrugar, pero luego llegó la aclaración de que el mensaje sería grabado por la noche y se reproduciría grabado a las 8,30 de la madrugada presidencial.
Al contrario de lo que podría imaginarse, ninguna idea efectiva cayó de la boca del presidente a la hora de contener la crisis generada por sus políticas de gobierno. Por el contrario solo aplicó parches como los que han aplicado en el pasado el resto de los gobiernos neoliberales que han llevado el país a la ruina, dictaduras incluidas.
Precisamente al igual que varias dictaduras de Onganía y Aramburu del siglo pasado, el gobierno de la alianza neoliberal conservadora Cambiemos eliminó el rango ministerial de áreas particularmente sensibles como Trabajo y Salud y fusionó varias carteras, como si la existencia de ministerios fuera el motivo del descalabro generado por sus políticas económicas.
Otra de las medidas anunciadas, quizás la única que modificará en algo el oscuro panorama que la nación tiene por delante es la vuelta de la aplicación de retenciones a la renta extraordinaria, aunque con esta decisión elimina la única promesa de campaña que había cumplido hasta la fecha.
Pero si la crisis producto de la sangría generada por la fuga de divisas fuera poco, la nueva megadevaluación generada por la corrida de los últimos diez días ha provocado que el Gobierno Nacional pase a pagar más en intereses de la deuda que en los sueldos de los empleados de la Administración Pública Nacional (APN).
En el mismo tren de análisis, paga dos veces y media más que en los gastos de capital para obras e infraestructura y casi cinco veces más que las transferencias a las Universidades Nacionales.
La disparada del dólar y mayor inflación ha significado que los intereses pasen a ser el segundo rubro en el ranking de los gastos, y siguen creciendo, anulando la reducción del gasto primario, y mientras se ajusta en pesos en la economía nacional, se paga intereses en dólares cada vez más caros por deuda externa.
La Ejecución Presupuestaria de la APN a julio marca que los intereses de la deuda sumaron $ 255.614 millones –un 65,4% más que lo que insumieron entre enero y julio de 2017-, y pasó a ser con el 15,3% “el segundo rubro en importancia en el gasto total luego de las Prestaciones a la Seguridad Social”, de acuerdo al último Informe de ASAP (Asociación Argentina de Análisis Presupuestario). Las transferencias a las Universidades sumaron $ 58.743 millones, los gastos de capital $ 94.041 millones y remuneraciones $ 173.653 millones.
De esta forma, el gobierno no parece, objetivamente, en camino de resolver la crisis, sino más bien profundizarla, ya que el ajuste va a planchar la economía, lo que va a disminuir el volumen de divisas generado, pero el monto de los intereses seguirá creciendo al ritmo de la escalada de la moneda norteamericana.
Haciendo un balance racional de las medidas anunciadas podemos decir que las acciones anunciadas hoy solo servirán para patear la pelota hacia arriba y dar un breve respiro a un gobierno que ya ha marcado el punto final de su gestión por medio de sus políticas económicas erróneas.
H. D.
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