Los Campos Elíseos de París, la capital, fueron ocupados una vez más por los “chalecos amarillos”. A pesar de los llamamientos del gobierno para que no se manifiesten han vuelto a salir a las calles de todas las ciudades francesas.
La alocución televisada del presidente Emmanuel Macron en la que anunció medidas que suponía iban a calmar la ira de los “chalecos amarillos”, no ha logrado su objetivo.
Pero ¿quiénes son estos chalecos amarillos?, ¿de dónde vienen?, ¿a qué se dedican?, ¿por qué no confían en su gobierno?
Pierre vive en Alenzón y ha hecho el esfuerzo de venir a París para que su voz se oiga. Pide respuestas concretas y eficaces a los problemas de la vida cotidiana. No quiere más promesas, no quiere más discursos, exige soluciones.
El Gobierno francés está desamparado ante la protesta social. No quiso oír la voz de una sociedad que ha visto como sus condiciones de vida se han ido degradando, una sociedad que ve como su futuro y el de sus hijos se ensombrece, una sociedad que cansada se radicaliza.
La nueva jornada de movilizaciones ha visto solo en París a más de 250 personas detenidas y según el Gobierno galo han sido cerca 67 000 los manifestantes en 4300 concentraciones.
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