“Mi llamada no ha convencido, no ha sido tenida en cuenta. Tomo la decisión de presentar mi dimisión y me dirijo inmediatamente ante el rey [Felipe de Bélgica]”, ha anunciado el premier ante el Parlamento, tras fracasar en su esfuerzo para mantener un Gobierno en minoría.
Después de que el Gobierno belga se uniera al Pacto global para la Migración de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los ministros nacionalistas que se oponían a dicho acuerdo dimitieron, haciendo imposible que la coalición gobernante siguiera en el poder ya que había perdido la mayoría en el Parlamento.
Los nacionalistas que critican el pacto —un acuerdo no vinculante— aseguran que atenta contra la soberanía del país en materia migratoria y, efectivamente, podría resultar en el ingreso de un elevado número de inmigrantes a ese país europeo sin que las autoridades belgas estén de acuerdo.
Mi llamada no ha convencido, no ha sido tenida en cuenta. Tomo la decisión de presentar mi dimisión y me dirijo inmediatamente ante el rey [Felipe de Bélgica]”, ha anunciado el primer ministro belga, Charles Michel.
Desde hace una semana varios partidos de la oposición exigían a Charles Michel organizar un voto de confianza para juzgar si el Gobierno podía continuar con su labor hasta las legislativas de finales de mayo. Michel se opuso.
Aún así, considerando que solamente quedan cinco meses para los comicios generales belgas, se cree que la dimisión del primer ministro no desembocará obligatoriamente en su partida efectiva de la jefatura de gobierno ni en elecciones anticipadas.
Fuentes citadas por la agencia española Europa Press indican que, probablemente, el rey belga pida al Gobierno que se mantenga en el poder hasta que se celebren dichas elecciones en mayo.
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