De acuerdo con la encuesta de la firma YouGov, elaborada entre el 17 y 22 de diciembre, el plan de May solo cuenta con 38 por ciento de respaldo, frente al 59 por ciento de desaprobación.
El pacto, que debe ser ratificado en la Cámara de los Comunes en la semana del 14 de enero, no respeta el resultado del referendo del Brexit de 2016, según opinaron más de la mitad de los parlamentarios consultados.
Al ser interrogados sobre cómo votarían si se realizara otra consulta para escoger entre el plan de May o salir de la UE sin un acuerdo, solo el 29 por ciento optó por la primera opción, mientras el 64 por ciento prefirió un divorcio sin directrices.
La jefa de Gobierno pospuso la votación planeada para diciembre tras admitir que su acuerdo no obtendría la aprobación de los diputados y comenzó la búsqueda de garantías de los líderes europeos, que ahora rechazan renegociar ese convenio.
El Gobierno aborda los preparativos para un Brexit sin pacto con la UE, que según el ministro del Brexit, Stephen Barclay, es el resultado más probable si el parlamento rechaza el acuerdo de May.
La salida del bloque está prevista para el 29 de marzo, mientras continúa un ambiente de zozobra, tensiones políticas, divisiones y desacuerdos sobre la propuesta negociada con el llamado Club de los 28.
Esta plantea la ampliación del período de transición tras el Brexit, así como la permanencia del Reino Unido en un territorio aduanero único con la UE hasta que se firme un tratado comercial definitivo.
De no llegar a un consenso en temas como la frontera con Irlanda, aún pendiente de una solución eficaz, entraría en vigor un plan de contingencia que dispondría normativas distintas para Irlanda del Norte y el resto del país, uno de los puntos que más contradicción genera.
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