Más allá de la fealdad y el robo a la identidad nacional que significa, el gobierno no para de tirarle centros a la columna humorística opositora, que en estos dos años y medio de gobierno ha logrado convertir en humor las mayores desgracias que ha sufrido nuestro pueblo a manos de la horda neoliberal que nos gobierna.
Como "los Derechos Humanos son un curro" el gobierno decidió cambiar todas las baldosas de la histórica Plaza de Mayo a fin de que no fuera demasiado evidente que el motivo era retirarlas que tenían pintados los históricos pañuelos de nuestras Madres.
Como la Plaza de Mayo es del Pueblo, el gobierno ha decidido cerrarla desde mediados del año pasado "por refacciones" y en medio de esas refacciones ha suplantado las vallas que había puesto para alejar al Pueblo de la Casa de Gobierno por rejas.
Igualmente, la media plaza que ha dejado Macri para que la gente pasee, se junte, manifieste, festeje y proteste sigue siendo demasiado amplia para sus seguidores que aduras penas pueden llenar un par de colectivos,y eso antes del nuevo acuerdo con el FMI, ese que cuando se lo denunciaba era producto de "una pastafrola de cannabis" según el periodista lamebotas Eduardo Feinman.
Lo cierto es que la Plaza de Mayo, aquella de las fuentes y las farolas que viajeros del mundo entero venían a visitar comienza lentamente a extinguirse en las manos de Cambiemos, quizás, o no, como una metáfora de la suerte del país si el gobierno nacional llega a durar lo que el gobierno de la Ciudad.
Vade Retro...
