Los grupos radicales en los últimos días fueron expulsados por las fuerzas gubernamentales de zonas sureñas como Al Naseryiah, Abu Katef, Al-Mukebra, Eyn Frekha y Abu Ghara, indicaron las fuentes, citadas por la Agencia de Noticias Sana.
Tras esos sonados triunfos, intensos combates ocurrieron este viernes en el suroeste de Deraa, divulgaron organizaciones civiles.
En ese entorno, la aviación de combate rusa bombardeó bolsones territoriales próximos a la frontera con Jordania, controlados por Jaysh Khaled bin Walid, grupo vinculado al Estado Islámico.
También las fuerzas aeroespaciales sirias y de Moscú bombardearon con misiles áreas de la Cuenca de Yarmouk, en la región de Deraa, en que se refugian remanentes del propio grupo terrorista Estado Islámico y otras facciones radicales.
Paralelo a la ofensiva militar en el sur de este país, en las últimas horas grupos radicales entregaron al ejército tres tanques de guerra y tres vehículos de combate de infantería.
Cedieron además, dos cañones antiaéreos y miles de municiones, difundió el Centro Ruso de Reconciliación.
Tanto en Deraa, Quneitra y otras áreas de este territorio mesoriental, el gobierno a la par de ataques armados desarrolla la política de reconciliación nacional, la cual permitió que grupos islamistas entreguen los medios bélicos en su poder.
Casi la totalidad de los territorios de Deraa (más del 90 por ciento) y Quneitra, junto al cruce fronterizo de Nassib con Jordania, fueron recuperados por las huestes leales al gobierno de Damasco.
Una vez que concluya la actual ofensiva en zonas sureñas de este estado mesoriental, las fuerzas leales al presidente, Bashar Al-Assad, planean combatir a grupos radicales islamistas en su último bastión de Idlib, provincia situada a unos 300 kilómetros al norte de Damasco.
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