El conflicto estalló el 2 de enero, después de que unos desconocidos atacaran un poblado en Yirgú, localidad del municipio de Barsalogo, en el centro norte de Burkina Faso, donde viven miembros de la tribu mosi. En el ataque murieron siete personas, entre ellas el jefe del pueblo, ha indicado este viernes el portavoz Remy Dandjinou.
En respuesta, la población local atacó las aldeas de la etnia fulani (fulbe), acusando a sus habitantes de encubrir a los agresores. Dandjinou ha calificado de “terroristas” a los instigadores del conflicto, que ha dejado 46 muertos en total.
El lunes, el presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré, decretó el estado de emergencia en varias regiones del país para sofocar el conflicto tribal.
Un grupo de hombres armados, no identificados hasta el momento, ha atacado la embajada de Francia, el Instituto Francés y el cuartel general del Ejército de Burkina Faso, provocando varios incendios y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Hasta el momento se han reportado 28 muertos y varios heridos.
Desde hace tres años, Burkina Faso es cada vez más a menudo blanco de ataques mortíferos que primero se concentraron en el norte del país y luego se extendieron a otras regiones, incluido el este, en la frontera con Togo y Benín.
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