Los restos del astillero, ubicados en un antiguo asentamiento romano denominado Abu Sila, están delimitados por muros de piedra: dos piscinas secas para la construcción y reparación de barcos.
Nadia Khedr, la responsable del Departamento Central de Antigüedades del Bajo Egipto, ha explicado que numerosos bloques de piedra fueron retirados de su emplazamiento original para ser reutilizados en otro lugar; esto ocurrió mucho después del fin del periodo romano, cuando la marina ya no estaba en uso debido a la sequía del río Nilo.
Khedr también ha destacado el hallazgo de fragmentos de madera deteriorados en la piscina u oquedad más grande, probablemente utilizados para la reparación de los barcos, además de numerosos clavos de bronce y de hierro utilizados en la construcción y reparación de las naves.
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