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» » "Jerusalén seguirá siendo la capital eterna de Palestina"

(15/11/14 - Palestina)-. En el marco de la conmemoración del décimo aniversario de la muerte del líder palestino Yasser Arafat, el presidente Mahmoud Abbas se dirigió a los miles de palestinos que se congregaron en Cisjordania afirmando que Jerusalén seguirá siendo la capital eterna de Palestina.

Destacó que, a pesar de las presiones, se recurrirá a todas las organizaciones internacionales para asegurar la protección del pueblo palestino y sus lugares sagrados, haciendo hincapié en que los asaltos israelíes a la mezquita de al-Aqsa sólo conducirán a una guerra religiosa.

La declaración de Abbas sobre Jerusalén se produjo días después del incremento de la violencia en Jerusalén Este, Cisjordania e Israel después de las visitas provocativas de un grupo de colonos judíos extremistas al recinto de la mezquita al-Aqsa en Jerusalén, el tercer lugar más sagrado de los musulmanes.

Afirmó también el presidente que se está preparando un proyecto de resolución que será presentado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para poner fin a la ocupación israelí y lograr un Estado independiente de Palestina con Jerusalén Oriental como su capital.

El fallecido líder Yasser Arafat, cuyo nombre completo era Mohammed Yasser Arafat Abdel Rahman al-Qudwa, es considerado por la gran mayoría del pueblo palestino como el padre de la revolución palestina de 1965 y el movimiento palestino moderno.

El fallecido líder educado en Egipto fue co-fundador del Movimiento Fatah en la década de 1950 y se convirtió en su vocero oficial en 1968. En febrero de 1969, Arafat fue elegido presidente de la Organización para la Liberación de Palestina, OLP.

En el verano de 1982, Israel inició una guerra contra Líbano con el objetivo declarado de desterrar a la OLP del país. Arafat y otros combatientes de la OLP estuvieron atrapados en Beirut durante unos cuatro meses antes de que una intervención internacional les permitió trasladarse a Túnez.

En 1988, y durante una reunión periódica de la OLP en Argelia, el líder exiliado anunció la independencia del Estado de Palestina. Ese mismo año, Arafat se dirigió a la Asamblea General de la ONU con una nueva iniciativa palestina para lograr una paz justa en Medio Oriente.

En septiembre de 1993, Arafat y el primer ministro israelí Yitzhak Rabin firmaron los Acuerdos de Oslo en la Casa Blanca, que permitió el control parcial palestino a ciertas zonas de Cisjordania y Gaza. Así fue que funcionarios de la OLP, incluyendo a Arafat, regresaron a Cisjordania y Gaza. El líder fue elegido más tarde como presidente de la Autoridad Nacional Palestina en 1996.

El fracaso de las negociaciones de Camp David en 2000, debido a la intransigencia israelí y el compromiso de Arafat con los derechos de los palestinos, dio origen al segundo levantamiento palestino conocido como la "Segunda Intifada" o "Intifada de al-Aqsa."

Como resultado de ello, Arafat permaneció bajo asedio israelí durante los últimos tres años de su vida, antes de morir el 11 de noviembre de 2004 en un hospital militar francés en las afueras de Paris. 

Después su fallecimiento, el comité palestino de la investigación de su muerte acusó a Israel de envenenarlo, y exigió una investigación internacional. 

Expertos forenses suizos, rusos y franceses tomaron muestras de los restos de Arafat después de la exhumación de su cuerpo el 27 de noviembre del año pasado. 

Patólogos suizos dijeron que se encontraron rastros de polonio, un elemento radiactivo, lo que demuestra que fue envenenado, mientras que las investigaciones francesas en el asunto dijeron que los restos encontrados no fueron suficientes para causar su muerte, manteniendo que su muerte se debió a "causas naturales".

A pesar de las investigaciones sobre su muerte, la muerte del fallecido líder palestino, Yasser Arafat, sigue siendo un misterio.

La alta representante de Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea, Federica Mogherini, hizo ayer una férrea defensa de la solución de los dos Estados al destacar en Gaza y en Ramallah "la necesidad de tener un Estado palestino", cuya capital sea Jerusalén Este. El viernes ya quedó en evidencia el divorcio político entre el actual gobierno israelí, dirigido por Benjamín Netanyahu, y la Unión Europea, y ayer se confirmó.

Tras exigir ante el propio Netanyahu el cese de las construcción de colonias -que definió como un obstáculo para la paz- y defender ante el titular de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, la necesidad de recuperar el diálogo pero desde una perspectiva que incluya el reconocimiento de Palestina, Mogherini atacó luego la médula del problema: Jerusalén.

En una rueda de prensa en Ramallah junto al primer ministro palestino, Rami Hamadala, la diplomática italiana insistió en que la ciudad santa debe ser la capital tanto de Israel como de Palestina.

"Yo creo que Jerusalén puede ser y debe ser la capital de los dos Estados", aseguró Mogherini, quien volvió a denunciar la colonización, piedra angular de la política del gabinete Netanyahu, que calificó de "ilegal" y de "obstáculo" para la paz.

Las palabras de Mogherini en Ramallah tienen un alto significado político, ya que se produce en un momento en el que el Gobierno israelí persiste en su no reconocida anexión de la zona Este y en medio de una creciente tensión en la ciudad santa,

"Necesitamos un Estado palestino. Es el objetivo y la posición que comparten toda la Unión Europea. Ayudaremos en la reconstrucción de la Franja de Gaza y en conseguir la solución de dos Estados", ha declarado al inicio de su visita a Gaza donde está acompañada por cuatro ministros palestinos. "El mundo no puede permitirse una cuarta guerra en Gaza. No nos podemos sentar y esperar. Si lo hacemos, el conflicto durará 40 años más. Tenemos que actuar ahora", ha añadido la jefa de la diplomacia europea.

Mogherini entró a primera hora de la mañana del sábado en la Franja a través del paso de Erez, bajo control israelí, y se desplazó hasta el barrio de Shuahiye, uno de los que mayor destrucción sufrió durante los cincuenta días de continuos y duros bombardeos que duró la última agresión  israelí.

Allí, habló con algunos de los miles de palestinos que perdieron sus casas, a los que les extendió su compromiso de que recuperaran sus hogares. "Es necesario que avancemos en el proceso de reconstrucción y para ello es necesario que veamos cómo se levanta progresivamente el bloqueo", expresó Mogherini. 

Tras hablar con los habitantes de Shuahiye, la jefa de la diplomacia de la UE visitó una de las escuelas de la UNRWA que sirvieron de refugio temporal a los más de 400.000 desplazados que causó la guerra.  En ella, visitó las aulas y conversó con algunas de las miles de familias que aún no han podido regresar a sus viviendas, a los que prometió que el proceso de reconstrucción se acelerará. 

Según datos de la ONU, cerca de 20.000 casas y edificios quedaron destruidos por completo o inhabitables a causa de los bombardeos, lo que ha dejado sin hogar a cerca de 100.000 personas.  Mogherini se reunió con el presidente del Estado de Palestino, Mahmoud Abbas, como colofón de su primera visita a la convulsa zona desde que asumiera la diplomacia europea. En Ramallah, Mogherini ha apoyado la demanda del presidente Abbas de que Jerusalén Este sea la capital del futuro Estado palestino. "Jerusalén puede ser y debe ser la capital de los Estados " afirmó Mogherini.



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