Restando importancia a los bombardeos diarios del régimen saudí contra el pueblo yemení, Ankara ha tomado esta medida de acuerdo con una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), que fue publicada mediante un comunicado tras la aprobación del Gabinete turco, según la agencia estatal de noticias Anadolu.
De esta manera, los activos del expresidente Saleh, su hijo Ahmad y del líder del movimiento popular yemení Ansarolá, Abdul-Malik al-Houthi y otros miembros de Ansarolá que son Abdulhaleek al-Houthi y Abdolá Yahya al-Hakeem serán congelados, esta decisión estará en vigor hasta el 26 de febrero de 2016.
Según las autoridades turcas, el paso se debe a las resoluciones del CSNU que prohíben suministros de armas y equipos militares a Ansarolá en Yemen.
La resolución presentada por Jordania en nombre de los países árabes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG-integrado por los países árabes ribereños del Golfo Pérsico), incluye, asimismo, una prohibición de viajes y una congelación de activos al líder del movimiento, Abdul-Malik al-Houthi, y al expresidente yemení Ali Abdolá Saleh.
Pero la resolución no exige al régimen de Riad que suspenda sus ataques aéreos contra Yemen, que según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), más de 1900 civiles han perdido la vida en Yemen desde el inicio de las ofensivas saudíes en Yemen.
A finales de marzo, Arabia Saudí comenzó una ofensiva aérea contra Yemen sin el aval de las Naciones Unidas, pero con luz verde de EE.UU., en un intento por restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, un fiel aliado de Riad.
