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» » Resaltan la frialdad y el carácter meramente protocolar con el que el Papa recibió a Macri, durante menos de medio hora

(29/02/16 - Visita Presidencial)-.Pese a los esfuerzos de Clarín y La Nación para valorizar la reunión, varios medios digitales y en las redes sociales de destacó el poco entusiasmo manifestado por Francisco ante la presencia, en la biblioteca del Vaticano, del presidente Mauricio Macri.

“El papa Francisco recibió esta mañana a Mauricio Macri durante 22 minutos en el Vaticano, la mitad del tiempo que suele dedicarle a otros líderes mundiales y de lo que duraban las tertulias con Cristina Kirchner”, dice el portal La Política On Line, publicación que consignó lo siguiente.

“Fue un escueto y frío encuentro, que no salió de los protocolar, tal es así que se celebró en la biblioteca del Vaticano y no en la residencia de Santa Marta, visitada en varias ocasiones por la ex presidenta, que se retiraba entre risas y abrazos, ausentes esta mañana”, añade el mismo medio.

"Para mi fue el contacto de dos viejos conocidos, como hacíamos cuando estábamos frente a la plaza de Mayo y yo era jefe de gobierno porteño y él me recibía", dijo el presidente, ni bien recibió a la prensa.

Intentó minimizar la tensión que acompañó su visita, basado en desencuentros cercanos que nunca se saldaron. El primer cruce entre ellos fue justamente cuando Macri era jefa de Gobierno y se negó a apelar una decisión judicial que avalaba la Unión Civil.

La otra pelea es más cercana: el Papa se enteró por los diarios que Macri había elegido Eduardo Pfirter como embajador en el Vaticano, decisión que tomó junto a Marcos Peña y el secretario de Asuntos Estratégicos de la cancillería, Fulvio Pompeo.

El presidente destacó que el Papa lo alentó a “unir a los argentinos” y en no dudar “en enfrentar los problemas graves de fondo que tiene Argentina” como “el narcotráfico y la corrupción”.

El reporte de audiencias del Vaticano agregó otros asuntos de la reunión que Macri prefirió dejar en un segundo plano en su breve contacto con la prensa.

“Se trataron temas de mutuo interés, como la ayuda al desarrollo integral, el respeto a los derechos humanos, la lucha a la pobreza y al narcotráfico, la justicia, la paz y la reconciliación social", fue la comunicación oficial.

El detalle de los derechos humanos no fue menor por la polémica abierta entre Macri y el Papa por la detención de la dirigente jujeña Milagro Sala, a quien el sumo pontífice le envió un rosario bendecido en señal de apoyo.

Ayer, el presidente fue escrachado en la puerta del hotel por un grupo de argentinos que le exigió la libertad de la jefa de Tupac Amaru.

La escueta comunicación del Vaticano agregó además que los jefes de Estado repasaron “temas de relevancia en el interés regional y mundial”, además de la “la positiva contribución, sobre todo en el ámbito de la promoción humana y de la formación a las nuevas generaciones, ofrecida por el Episcopado y por las instituciones católicas en la sociedad argentina, de manera particular en la coyuntura económica actual".

Macri asistió junto a su esposa Juliana Awada, que lució un vestido largo negro con velo, Marcos Peña; la canciller Susana Malcorra, su segundo Fulvio Pompeo; el secretario de Culto Santiago de Estrada y el embajador Pfirter.

También formaron parte de la comitiva los gobernadores de Tierra del Fuego, Rosana Bertone; de Salta, Juan Manuel Urtubey y de Mendoza, Alfrdo Cornejo.

La comitiva fue recibida en el patio San Dámaso de la Santa sede por el prefecto de la Casa Pontificia, arzobispo Gerge Ganswein, quien la trasladó a la sala Clementina, donde la Guardia Suiza rinde ho9nores al jefe de Estado.

El Papa no le precisó a Macri cuando visitará Argentina, tras cancelar el año pasado su participación en la celebración del bicentenario de la república del próximo 9 de julio.

"Le comenté mi gran preocupación por unir a los argentinos, dejar atrás los rencores y trabajar en agenda común de futuro para resolver los problemas del país, especialmente la pobreza y el narcotráfico. De nada sirve toda la capacidad de construir si falta el debido componente de solidaridad", comentó Macri.

Resaltó que le indicó al Papa que esperaba "seguir trabajando junto a la Iglesia argentina en este tema, ir virando a un país de pobreza cero y por ese motivo fue muy importante haber coincidido en la importancia de estar juntos y unidos".

Macri también relató que hablaron "habló de la importancia de recuperar la cultura del trabajo en el país, algo que nosotros estamos pregonando".

"(Francisco) está preocupado por la integración de los chicos, a través del estudio y del deporte y alejados de los males de la calle", contó Macri.

El presidente aseguró que el jefe del Vaticano apoyó los primeros pasos de su gestión. "Me dijo que tenga paciencia, que no dude enfrentar los problemas graves de fondo que tiene la Argentina y señaló al narcotráfico y corrupción que hace mucho daño destruyendo oportunidades para el que menos tiene", cerró Macri.


El presidente se reunió luego con el secretario de Estado de la Ciudad del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, en el Estudio Secretario de Estado, junto a Peña, Malcorra y Pfirter. Es un clásico de Bergoglio: delegar en un ladero suyo la misión de bajar una línea más dura a sus visitantes.

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