La toma de la planta, según relata La Izquierda Diario, implica una escalada en el conflicto que se inició la semana pasada, cuando los trabajadores pararon la producción exigiendo el pago de salarios atrasados.
La firma es propiedad del ex titular de UIA, Juan Carlos Lascurain, y no dio respuestas al reclamo, aduciendo no tener dinero para pagar el mes.
Los trabajadores denuncian que la empresa ofrece sus productos a grandes firmas como Fate, Unilever, Coca-Cola y Petrolera Argentina entre otras y, además, se benefició enormemente de sus buenas relaciones con el gobierno anterior.
