El partido de la FARC publicó una reflexión sobre los comicios presidenciales del pasado domingo, de los que se derivó la disputa en segunda vuelta el 17 de junio entre el candidato uribista Iván Duque y el aspirante del movimiento Colombia Humana, Gustavo Petro.
'Nos debatimos entre fuerzas que buscan mantenernos atados a la guerra y un abanico de sectores políticos y sociales que propenden a la superación definitiva de todas las formas de violencia política que han caracterizado nuestro devenir como nación', declaró la dirección fariana.
El Consejo Político Nacional del partido de la rosa realzó que por primera vez en la historia reciente de Colombia los resultados electorales muestran un incremento significativo de participación.
El nivel de abstencionismo se comportó en torno al 46 por ciento, muy inferior al 60 por ciento de las elecciones presidenciales de hace cuatro años.
A juicio de la FARC, ello demuestra que de manera imperceptible se han venido produciendo cambios en la forma de pensar y actuar políticamente de numerosos sectores de la sociedad colombiana.
Evaluó asimismo que es inocultable la crisis de los partidos tradicionales y su forma de hacer política.
Si se suman los votos de Petro y del candidato de la Coalición Colombia, Sergio Fajardo, quien obtuvo el 23,73 por ciento del sufragio, es mayoritario el electorado que se desmarcó del respaldo a las usuales maquinarias políticas.
El partido liderado por Rodrigo Londoño (Timochenko) opinó que de lo anterior se desprende la posibilidad de un próximo gobierno de amplia convergencia social y política, que asuma el reto de consolidar la paz mediante la fiel implementación de los acuerdos pactados.
Un gobierno, además, que dé continuidad a los diálogos de paz con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional y que pueda avanzar hacia la búsqueda de una salida al fenómeno paramilitar, dentro del marco judicial vigente.
De concretarse esa aspiración, la FARC dijo que está dispuesta a trabajar para que se haga realidad el anhelo de una Colombia soberana, moderna, en paz, con equidad y verdadera democracia.
Por primera vez en la historia de Colombia un candidato de los sectores de izquierda pasa a una segunda vuelta para disputar la presidencia del país.
