De acuerdo con la DCIP, 21 de los 25 niños murieron por los disparos de las fuerzas israelíes, 11 de ellos con tiros en la cabeza y el cuello. La ONG también ha denunciado que los soldados israelíes “mataron intencionalmente a los niños utilizando munición real”.
“Los soldados israelíes continúan utilizando la fuerza letal y las balas reales contra los niños palestinos que no representan una amenaza directa para ellos”, ha enfatizado la organización.
Los palestinos, entre ellos los niños, han sufrido mucho por las agresiones de las fuerzas israelíes desde el comienzo del año 2018. Se registró un sinfín de actos provocativos en los últimos meses en los territorios ocupados tanto por Israel como por Estados Unidos que reforzaron la represión del pueblo palestino.
Desde que el presidente norteamericano, Donald Trump, reconoció el pasado 6 de diciembre la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), como la capital de Israel, y trasladó el pasado 14 de mayo su embajada de Tel Aviv a Al-Quds, el régimen de Tel Aviv ha intensificado sus ataques contra los palestinos.
Más de 135 palestinos han muerto en el enclave costero a manos de los soldados israelíes desde que se iniciaron, el 30 de marzo, las Marchas del Retorno, en las que se reclamaba el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares, de los que fueron expulsados en 1948. Dichas protestas fueron provocadas fuertemente por las políticas pro-Israel de la Administración de Trump.
