La letrada Jennifer Robinbson dijo estar muy preocupada por las versiones acerca de la posible expulsión del cibernauta de la legación diplomática y consideró que Australia, de donde es originario, tiene la obligación y el deber de protegerlo.
Assange, de 47 años, solicitó asilo a Ecuador hace seis años, cuando las autoridades británicas se disponían a extraditarlo a Suecia para investigarlo por supuestos delitos sexuales, un caso cerrado posteriormente.
En aquella oportunidad, el también periodista advirtió sobre la posibilidad de que Suecia lo entregara a Estados Unidos, donde podría ser condenado a la pena capital por publicar en WikiLeaks documentos secretos sobre las atrocidades del ejército norteamericano en Iraq y Afganistán.
Durante una reciente gira por Europa, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, admitió conversaciones con Reino Unido sobre el futuro del fundador de WikiLeaks y dijo que Assange tendrá que dejar la embajada en algún momento.
'No está dentro de la normativa internacional, ni dentro de nuestro deseo, ni de los deseos del señor Assange, permanecer refugiado toda la vida', dijo Moreno.
En los últimos meses, el gobierno ecuatoriano dispuso retirar la seguridad adicional en la embajada en Londres y cortó las comunicaciones de Assange, tras considerar que sus opiniones sobre temas internacionales, como el caso de Cataluña, perjudicaban su política exterior.
La abogada Jennifer Robinbson declaró que, desde su punto de vista, el fundador de WikiLeaks requiere una protección continua.
Assange es todavía ciudadano australiano y el gobierno tiene la obligación, y creo que el deber, de ejercer los derechos de protección de un ciudadano australiano, dijo Robinbson.
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