Los talibanes atacaron por la noche el sitio que albergaba a unos 50 efectivos del Ejército en la provincia de Farah, lugar del que los insurgentes intentaron apoderarse en tres ocasiones en 2017. La ofensiva ha dejado también varias personas heridas y desaparecidas.
“Horas después del ataque, perdimos contacto con la base y todavía no conocemos el paradero de los soldados restantes”, ha detallado un oficial del Ejército afgano citado de manera anónima por la agencia británica Reuters.
La región escasamente poblada de Farah, sita en el oeste afgano y limítrofe con Irán, ha sido durante meses escenario de intensos enfrentamientos, en los que centenares de policías y fuerzas de seguridad han perdido la vida.
Horas después del ataque, perdimos contacto con la base y todavía no conocemos el paradero de los soldados restantes”, ha detallado un oficial del Ejército afgano citado de manera anónima por la agencia británica Reuters.
En junio, el Gobierno afgano anunció un alto el fuego, tras lo cual la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) llamó en septiembre a diálogos de paz al grupo armado.
En la actualidad los insurgentes talibanes controlan amplios sectores del territorio afgano, tras 17 años de una guerra que se ha cobrado la vida de muchos militares estadounidenses y decenas de miles de civiles afganos, según un informe publicado en julio por el Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (Sigar, por su acrónimo del inglés).
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