No es que a la gobernadora, que se hace abonar a diario el paseo en helicóptero desde su casa hasta la gobernación, la preocuparan los más de tres mil millones de pesos que iba a salir el caprichito, sino que en su entorno se especula con que el motivo fue otro y no económico.
Es que alguien le habría preguntado al oído en voz baja a Mariú cuál creía que iba a ser su destino en una Argentina gobernada por Cristina, si tenía un triunfo y su partido perdía las elecciones nacionales, lo que habría encendido todas las luces de alarma ante su hipotético futuro y la habría decidido a sellar su suerte junto al presidente.
La gobernadora lo dejó trascender ayer por la tarde al gobierno nacional. Tampoco se implementarán elecciones municipales separadas, como pedían desde el Frente Renovador.
“No queremos que la gente vaya más veces a votar, porque no nos parece cambiar las reglas de juego a poco de la elección”, afirmaron altas fuentes de la Gobernación bonaerense. “Y porque es más costoso”, agregaron.
“La decisión se tomó pensando en los bonaerenses. Pensando en ellos y sin especulación electoral”, manifestaron desde la administración bonaerense.
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